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Las autoridades federales de Estados Unidos han llegado a un acuerdo con las de Cleveland para resolver denuncias presentadas por el uso excesivo de fuerza policial en esa ciudad, informó hoy el diario The New York Times.

El acuerdo se conoce después de que el sábado pasado un agente de policía de Cleveland fuera absuelto por un juez por la muerte a tiros de dos sospechosos de raza negra, ambos desarmados, tras una persecución policial que tuvo lugar en 2012.

Según el diario, el acuerdo entre representantes del Departamento de Justicia y las autoridades de Cleveland será anunciado este martes, y responde a denuncias sobre un patrón inconstitucional en los métodos policiales en la ciudad y el excesivo uso de la fuerza.

El periódico no dio detalles sobre los términos del arreglo, pero evita a las autoridades de Cleveland lo que podría ser una larga y costosa batalla legal y la imagen de que las autoridades de la ciudad se resisten a aplicar cambios en sus políticas policiales.

En situaciones parecidas, recuerda el diario, las autoridades locales han llegado a acuerdos con el Departamento de Justicia que han derivado en la revisión de los métodos policiales y la mejora en el entrenamiento de los agentes.

En diciembre pasado, el Departamento de Justicia divulgó el resultado de una investigación iniciada en marzo de 2013 y que concluyó con la acusación de que la Policía de Cleveland ejerce un 'uso de la fuerza excesivo'.

Esa investigación detectó 'un uso innecesario y excesivo de fuerza letal, incluidos tiroteos y golpes en la cabeza con armas de impacto'.

El resultado de esa investigación se dio a conocer poco después de que un oficial de la Policía de Cleveland matase a un niño negro de 12 años al confundir la pistola de juguete que llevaba el menor con un arma de verdad.

El acuerdo del que da cuenta el Times, que cita fuentes no identificadas conocedoras de los detalles del arreglo, se conoce después de que unas setenta personas fueran detenidas el pasado fin de semana por las protestas que se registraron en Cleveland.

Las movilizaciones surgieron después de que el juez John P. O'Donnell dictara la absolución del agente de policía blanco Michael Brelo, quien se enfrentaba a dos cargos de homicidio durante un juicio que se prolongó por cuatro semanas.

El proceso estaba vinculado con la muerte de Timothy Russell, de 43 años, y de Malissa Williams, de 30, que perecieron el 29 de noviembre de 2012 después de una persecución policial.

En la operación se involucraron más de un centenar de agentes y trece de ellos dispararon 137 veces contra el vehículo en el que iban Russell y Williams, según la investigación.

Brelo era uno de esos agentes y, de acuerdo con los fiscales del caso, cuando el vehículo ya se había detenido y estaba rodeado él se subió al capó del auto y disparó al menos 15 veces más contra los dos ciudadanos negros, que estaban desarmados.

Expertos médicos tanto de la fiscalía como de la defensa sostuvieron durante el juicio que no han podido determinar si las víctimas ya habían fallecido cuando recibieron los disparos de Brelo.

El mismo día que se conociera la sentencia que absolvió a Brelo el Departamento de Justicia anunció que revisará el caso, a partir de los testimonios y las evidencias presentados en el juicio, para estudiar las 'opciones legales disponibles'.

Al igual que en el caso de Cleveland, durante la Administración de Barack Obama el Departamento de Justicia ha abierto dos docenas de investigaciones sobre actuaciones policiales en distintas ciudades que cree incluyen el uso excesivo de la fuerza.