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Israel publicó hoy un informe especial con sus conclusiones sobre la última guerra en Gaza en el que acusa al movimiento islamista Hamás de 'crímenes de guerra' y con el que quiere contrarrestar el impacto del que difundirá el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la próxima semana.

'Hamás cometió crímenes de guerra', afirma rotundamente el documento israelí, redactado por una comisión especial formada por miembros de la Oficina del Primer ministro israelí y de los ministerios de Asuntos Exteriores y Justicia.

'Los manuales de combate y entrenamiento de Hamás que cayeron poder del Ejército israelí en Gaza demuestran que su estrategia fue trasladar deliberadamente las hostilidades a zonas urbanas', señala el documento, que deposita en ese movimiento toda la responsabilidad del conflicto, que tuvo lugar entre julio y agosto de 2014 y en el que murieron unos 2.100 palestinos y 73 israelíes.

Y sostiene que con esa estrategia, el grupo islamista trataba de conseguir 'una ventaja táctica' en el campo de batalla y, además, 'un logro político'.

En los 50 días de hostilidades murieron más de 2.100 palestinos, más de la mitad civiles según datos de organismos internacionales y los bombardeos israelíes causaron una gran destrucción en la franja mediterránea y el desplazamiento de cientos de miles de civiles.

Con esta estrategia -considera Israel- Hamás 'desafió' el derecho internacional y puso en peligro a la población al 'entremezclar operaciones militares con el entorno civil'.

Entre los ejemplos que cita están el uso de mezquitas por francotiradores, escuelas convertidas en almacenes de armas y el lanzamiento de cohetes desde posiciones anexas a población civil, a la que en 'muchos casos impidió abandonar' la zona de combate a pesar de las advertencias israelíes para que así lo hicieran, siempre según este documento.

'A pesar del compromiso del Ejército con el derecho (de guerra) y los esfuerzos de proteger a civiles, un resultado desafortunado de la compleja realidad descrita arriba fue que numerosos civiles quedaron en medio de las hostilidades', subraya al 'lamentar profundamente' el daño a los civiles.

Según Israel, la operación Margen Protector fue la respuesta al creciente lanzamiento de cohetes y morteros contra territorio israelí desde la franja de Gaza entre junio y principios de julio de 2014, y después de sus 'continuados esfuerzos de relajar la situación'.

En los 50 días de guerra las milicias palestinas dispararon más de 5.000 cohetes y proyectiles de mortero, que amenazaron a más de un millón de personas en un radio de más de cien kilómetros alrededor de la franja.

Sin embargo, la inmensa mayoría de los 73 israelíes muertos fueron militares que cayeron en combate en la fase terrestre de la operación, que estuvo destinada a la demolición de una treintena de túneles construidos por las milicias palestinas.

La publicación del informe israelí está relacionada con la que esperada difusión, en los próximos días, de las conclusiones de una comisión nombrada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en las que se espera una dura crítica al comportamiento del Ejército de Israel durante esa guerra.

Medios locales afirman que Israel no ha querido esperar a la difusión del informe internacional y por ello se ha adelantado con los datos de su propia investigación, que aborda asuntos legales, militares y de derechos humanos.