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La Policía Federal brasileña detuvo hoy, por su presunta implicación en las irregularidades en Petrobras, al exministro José Dirceu, uno de los hombres más influyentes en el Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y condenado por corruptelas destapadas en 2005.

Dirceu fue condenado a diez años y once meses de prisión por el escándalo de sobornos parlamentarios destapado en el primer mandato de Lula y ahora, según confirmó la policía, fue detenido debido a sospechas de que se benefició de los desvíos de dinero ocurridos en la petrolera estatal.

El exministro, que ocupó la cartera de la Presidencia entre 2003 y 2005, fue detenido en su residencia de Brasilia, en la que desde hace seis meses cumple su pena en régimen de arresto domiciliario, tras haber estado un año y medio en prisión.

Dirceu, de 69 años, fue hasta hace unos pocos años uno de los más importantes líderes del Partido de los Trabajadores (PT), al que también pertenece la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y durante décadas fue el más fiel escudero de Lula, quien al llegar al poder en 2003 lo nombró ministro de la Presidencia.

Desde ese estratégico cargo, Dirceu controló todos los resortes del poder durante dos años, hasta que se vio obligado a renunciar por el escándalo de sobornos parlamentarios que lo llevó a prisión.

La policía aún no aclaró las sospechas que recaen en su contra por el caso Petrobras, que ha salpicado a decenas de importantes empresarios y a medio centenar de políticos, que en su gran mayoría forman parte la base de apoyo a la presidenta Rousseff.

Según medios locales, Dirceu recibió dinero de la vasta red de corrupción enquistada en Petrobras, que de acuerdo a los balances de la propia empresa, se apropió en forma ilegal de unos 2.000 millones de dólares entre 2004 y 2014.

En los últimos meses, y después de que su nombre fue citado en la prensa entre los posibles implicados en esas irregularidades, Dirceu presentó ante la Corte Suprema tres acciones en las que pedía no ser encarcelado por ese asunto, alegando que ya cumple un régimen de arresto domiciliario.

Sin embargo, el Supremo rechazó cada unas de esas demandas y hoy autorizó a la policía su traslado a prisión a solicitud del juez Sergio Moro, que es el responsable de las investigaciones del caso Petrobras.