El ataque nuclear sobre Hiroshima y Nagasaki, que se dio al finalizar la Segunda Guerra Mundial, fue el primero de la historia que se lanzó sobre población civil y dejó un saldo de miles de heridos y víctimas mortales.
Estados Unidos arrojó las bombas para evitar lo que habría sido un sangriento ataque por tierra a Japón, tras la dura batalla por las islas meridionales de Okinawa, en la que murieron 12.520 estadounidenses y unos 200.000 japoneses.
El ataque nuclear sobre Hiroshima y Nagasaki, que se dio al finalizar la Segunda Guerra Mundial, fue el primero de la historia que se lanzó sobre población civil y dejó un saldo de miles de heridos y víctimas mortales.