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Grupos de indígenas ecuatorianos cerraron esta madrugada varias carreteras del país, en el preámbulo de una huelga nacional convocada por las centrales sindicales contra el Gobierno del presidente Rafael Correa, a quien le exigen rectificar una serie de políticas.

Troncos encendidos, alambres de púas, piedras y otros materiales sirvieron para que los indígenas cortaran vías en la sierra andina y en la región amazónica, donde se asientan la mayoría de sus comunidades.

Según reportes en las redes sociales, la carretera Panamericana, que une por el callejón andino el sur y norte del país, fue cerrada en varios tramos en las provincias de Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Bolívar y Azuay, así como en la amazónica de Morona Santiago y Zamora Chinchipe.

La protesta indígena también responde a la convocatoria a un 'levantamiento' o paralización convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que también exige rectificaciones al gobierno y que, coaligada a los sindicatos opositores, ha advertido de una movilización indefinida si no recibe respuestas concretas del Ejecutivo a sus demandas.

Nada más pasada la medianoche de este miércoles, grupos de indígenas salieron a la carretera en un sector de la localidad de Machachi para cerrar la vía, que también sufrió otro corte en la zona de El Chasqui, al pie del volcán nevado Cotopaxi, una zona de páramos y bajas temperaturas.

Esa acción provocó congestión en toda la vía y muchos conductores tuvieron que dar marcha atrás y volver a los sitios de origen, mientras que otros, sobre todo los que conducen camiones de carga, se apostaron a los costados del camino para esperar una eventual acción policial para su apertura por la mañana.

En El Chasqui, un dirigente indígena, Jaime Chiliquinga, dijo a Efe que la protesta se mantendrá firme 'hasta que el Gobierno de Correa cumpla' con las demandas presentadas por la Conaie, aunque también reclamó por la falta de obras de infraestructuras en su comunidad de Poaló.

En esta zona, dijo Chiliquinga, hay mucha 'gente pobre', lo que, según él, demuestra que el gobierno de Correa no ha gobernado en favor de las clases populares, pese a que el gobernante asegura lo contrario.

'¿Acaso ustedes han recibido semillas o úrea (un fertilizante) del Gobierno?', preguntó a sus compañeros de protesta el líder indígena, que recibió como respuesta un rotundo y largo 'no'.

'Así está la situación', agregó, mientras otro de los comuneros, en su idioma natal, el quichua, reclamaba al Gobierno por apoyo a la educación intercultural bilingüe.

'Viva el paro' y 'fuera Correa' fueron las consignas de los manifestantes en esta zona gélida, calentada tibiamente por la fogata que cruzaba la vía.

Los indígenas, acostumbrados a ese tipo de condiciones, convirtieron en una fiesta la protesta, con músicos de las mismas comunidades que interpretaron canciones alegres que hicieron bailar a varios manifestantes.

La noche oscura y cubierta de nubes en El Chasqui, sólo permitía observar las siluetas de los campesinos por la llamarada, aunque lejos estaban luces eléctricas que advertían la cercanía de algún centro poblado.

A unos 100 metros, policías hacían guardia y algunos, incluso, trotaban en el mismo sitio para adquirir un poco más de calor. Uno de ellos se quejó porque le tocó trabajar justo en el periodo de sus vacaciones, mientras otro agente contaba que los bloqueos eran múltiples en la Panamericana.

Con el primer atisbo de luz, un nutrido contingente de policías se formó a una distancia prudente, mientras se veía el caminar de muchas personas que intentaban llegar a algún lugar donde abordar un vehículo que les llevara a sus destinos.

Un agente dijo a Efe que la misión del contingente era despejar la vía para permitir la circulación y que esperaba que los indígenas comprendieran esa situación, aunque señaló que otro objetivo era preservar la tranquilidad y no caer en la violencia.