351.000 inmigrantes y refugiados cruzaron el Mediterráneo y llegaron a Europa en lo que va del año, mientras 2.643 murieron en el intento, según declaraciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) este martes en la mañana.
La gran mayoría entró por Grecia, unos 218.000, mientras que a Italia llegaron 114.000, según los datos más recientes del organismo.
Las nacionalidades más comunes de los inmigrantes y refugiados llegados a Italia son eritrea, nigeriana, somalí, sudanesa y siria.
Lo sirios son los más numerosos entre los que desembarcan en las islas griegas, seguidos de afganos, albaneses, paquistaníes e iraquíes.
Entre el 1 de enero y el 31 de agosto, 2.643 inmigrantes y refugiados murieron en naufragios ocurridos en el Mediterráneo. El mes de agosto ha sido el segundo con más muertes (638) en 2015, sólo superado por abril, con 1.265 fallecidos.
Por lo general, los llegados a Grecia emprenden viaje desde allí -por todos los medios posibles- hacia el centro y norte de Europa, cruzando por Macedonia y Serbia.
La agencia de Naciones Unidas para la infancia, UNICEF, señaló a este respecto que en los últimos tres meses se ha triplicado el número de mujeres y niños que han cruzado de Grecia a Macedonia.
En total, más de 52.000 personas se han registrado desde junio en el centro de recepción de Gevgelija, en Macedonia, y se estima que un número similar atravesó la frontera sin realizar ese trámite.
Las organizaciones que prestan ayuda a estos inmigrantes y refugiados coinciden en que unas 30.000 personas atraviesan la frontera a diario y que una tercera parte de ellas son mujeres y niños.
De las mujeres, el 12 por ciento se encuentran embarazadas.
UNICEF señaló también que esas personas necesitan recibir más agua y que se mejore su acceso a servicios de saneamiento e higiene personal, así como a la atención médica en ciertos casos, ya que muchos llevan meses viajando bajo el sol, sin descanso y únicamente con lo que llevan puesto.
Por ello hay innumerables casos de deshidratación, ampollas, diarrea y quemaduras por el sol, entre otras complicaciones.
El organismo señaló que las autoridades de los países receptores deberían facilitar ayuda a los menores que cruzan las fronteras solos o con sus familias, y procesar sus solicitudes de asilo de manera más expedita.