Compartir:

Londres. Amnistía Internacional (AI) lamentó ayer 'el fracaso moral catastrófico' de los países ricos en su respuesta a la crisis global de refugiados, y señala que el 86 % de estos han sido acogidos por Estados en vías de desarrollo.

Al presentar un plan de ocho puntos para mejorar la situación, la organización subraya que, aunque se ha hablado mucho del aumento de los refugiados que llegan a la Unión Europea (UE), 'la realidad es que son los países más pobres los que se están viendo obligados a soportar la carga'.

La violencia en Siria, Irak o Afganistán y los conflictos en el África subsahariana y en otros lugares han elevado la población global de personas refugiadas a cotas históricas, apunta AI.

Los países en desarrollo, principalmente de Oriente Medio, África y Asia, acogen en la actualidad al 86 % del total de 19,5 millones de refugiados del mundo, mientras que los Estados ricos solo han ofrecido reasentar a una décima parte de los 1,15 millones en situación más vulnerable que lo necesitan.

Según Amnistía, los llamamientos de la ONU para los refugiados sufren una falta de fondos 'crónica y severa', lo que les impide recibir ayuda humanitaria básica.

'Las crisis globales múltiples de refugiados están dejando a millones de personas en una situación desesperada, pero la respuesta de los países ricos ha sido un fracaso catastrófico', sostiene en un comunicado el secretario general de AI, Salil Shetty.

'Las personas refugiadas tienen el derecho internacional a pedir asilo y a gozar de él', advierte.

A corto plazo, hay al menos ocho medidas que los países más ricos pueden tomar para amortiguar el impacto de las crisis de refugiados mundiales, señala la organización.