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Un soldado israelí murió ayer en un atentado en la ciudad de Beer Sheva (sur de Israel) en el que el atacante palestino fue abatido y resultaron heridas una decena de personas.

'El terrorista palestino llegó con una pistola, disparó a un soldado, le robó su arma, y comenzó a disparar con ella a otros cuando se encontró con la policía', resumió el jefe del distrito sur de la Policía, Yoram Halevy, la cadena de hechos ocurridos en la estación central de autobuses de la capital del Negev.

El suceso ocurrió cuando el palestino -Asim Al-Araj, de 20 años y natural de Jerusalén Este, según el Centro Palestino de Información-, consiguió burlar el control de seguridad y entrar en la estación con una pistola y un cuchillo.

'No sabemos aún como ocurrió. La estación está bajo supervisión de seguridad privada pero revisaremos todo para sacar conclusiones'; declaró Amnón Alkali, subcomisario en la zona.

En el ataque se generó una gran confusión, en la que un ciudadano eritreo fue confundido con el agresor y tiroteado por un agente de la Policía de fronteras, lo que le dejó en estado crítico.

'Cuando llegamos aún se producían disparos y nos encontramos a un soldado muy grave (el primer fallecido), cuatro soldados (en realidad eran policías) heridos de bala en las extremidades y un terrorista herido crítico (que luego murió)', dijo al Canal 1 de la televisión Yaniv Ishai, miembro de uno de los servicios de emergencia.

Testigos citados por medios locales relataron que el agresor abrió fuego con una pistola, tras lo que robó su fusil M16 al soldado, con el que siguió disparando antes de intentar salir de la estación.

Dentro del recinto había en ese momento numerosos soldados, civiles armados y agentes privados de seguridad, mientras la Policía irrumpía en el lugar en busca de los supuestos atacantes, lo que desencadenó una gran confusión.