Ginebra. De los 232 millones de migrantes internacionales que se estima existen en el mundo, más de 150 millones son personas que ya tienen trabajo o que lo buscan activamente, según un nuevo estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentado hoy.
El informe es el primero que reúne datos empíricos respecto al número de personas que abandonaron su hogar, emigraron a otro país por razones económicas y han obtenido un trabajo o lo buscan de forma activa.
Los datos son de 2013 y provienen de las estadísticas proporcionadas por 176 países y territorios que representan el 99,8 % de la población activa mundial.
Según las estimaciones de la OIT -basadas en datos de censos y oficinas de empleo nacionales- el 72,7 % de los 206,6 millones de migrantes en edad laboral (más de 15 años) son efectivamente trabajadores inmigrantes.
La mayoría de los trabajadores inmigrantes son hombres, 83,7 millones (55,7 %); y el resto, un 44 %, son mujeres, lo que representa 66,6 millones de féminas.
El estudio no especifica cuantas mujeres viajaron solas y de forma autónoma buscando trabajo, y cuántas siguieron a esposos, maridos o padres y posteriormente encontraron un empleo.
No obstante, la directora el departamento de condiciones de trabajo de la OIT, Manuela Tomei, que presentó el informe, indicó en rueda de prensa que aunque no pueden dar una cifra, se ha detectado un aumento considerable de mujeres que emigran de forma autónoma.
La inmigración laboral es un fenómeno que afecta a todas las regiones del mundo, pero es mucho más prevalente en los países con altos ingresos.
Es por ello que el 48,5 % se concentra en América del Norte y en Europa.
Por regiones, el 24,7 % de los trabajadores inmigrantes se concentran en América del Norte; el 23,8 % en Europa; el 11,7 % en los países árabes; el 9,2 % en Europa oriental; y el 7,8 % en el sudeste asiático y el Pacífico.
El 5,8 % reside en Asia del sur; el 5,3 % en África subsahariana; el 4 % en Asia central; el 3,6 % en Asia oriental; el 2,9 % en Latinoamérica y el Caribe; y el 0,5 % en el Norte de África.
Los países árabes tienen el más alto índice de trabajadores inmigrantes con respecto al total de trabajadores, un 35,6 %.
Con respecto a los sectores, la gran mayoría de los trabajadores inmigrantes tienen un empleo en el sector servicios con 106,8 millones de personas (el 71,1 % del total).
Le sigue la industria -incluyendo el sector de la construcción- con 26,7 millones (17,8 %) y la agricultura con 16,7 millones (11,1 %).
Un 7,7 % de todos los trabajadores inmigrantes son empleados domésticos, o más correctamente, empleadas domésticas, dado que el 73,4 % de las personas que trabajan en este sector son mujeres.
'Este es un dato con el que no contábamos antes y dada la constatación de los riesgos que estas mujeres sufren, vamos a ahondar en nuestras investigaciones para poder mejorar en el ámbito de la protección a este grupo', indicó Tomei.
Se estima que de los 67,1 millones de trabajadores domésticos que hay en el mundo, 11,5 millones, o lo que es lo mismo, un 17,2 % del total, son inmigrantes.
El sudeste asiático y el Pacífico es la región del mundo con mayor tasa de empleadas domésticas inmigrantes, con 24 % de la cifra global de las mujeres dedicadas a este sector.
Le siguen Europa, con un 22,1 % de todas las empleadas domésticas; y los países árabes con 17 %.
'Con el envejecimiento de la población, el número de trabajadores domésticos inmigrantes seguirá aumentando para llenar la demanda de trabajo doméstico', especifica el texto.
En general, los trabajadores inmigrantes tienen tasas de participación laboral más alta que los nacionales: un 72,7 % frente a un 63,9 % de los locales.
Eso ese debe al hecho de que las mujeres inmigrantes participan más del mercado laboral que las nacionales: 67 % frente al 50,8 % de las ciudadanas locales.
Los hombres nacionales e inmigrantes tienen tasas de participación casi idénticas: 77,2 % frente al 78 %, respectivamente, concluye el estudio.