Los primeros resultados de las elecciones generales españolas confirman, con poco más de un 27 por ciento escrutado, el fin del bipartidismo imperante desde los comicios de 1982, en el que los dos grandes partidos han sumado siempre al menos dos tercios de los votos.
Los primeros datos ya apuntan a la presencia en el nuevo parlamento de dos nuevas fuerzas políticas, los emergentes Podemos y Ciudadanos, con una significativa presencia en el Congreso, mientras que la suma de votos de los dos grandes partidos rondaría el 50 por ciento.
Con un escrutinio al 27,79 por ciento, el gobernante Partido Popular (PP, centroderecha) se quedaría lejos de la mayoría, aunque sería la lista más votada con el 26,79 % y 124 diputados, seguido del PSOE (socialistas), con 23,11 % y 94 diputados.
El bipartidismo comenzó con las elecciones generales de 1982, que dieron al PSOE la mayoría absoluta más amplia de la historia democrática en España.
Los socialistas lograron entonces el 48,11 por ciento de los votos y 202 escaños de un Congreso de 350 escaños, mientras que la coalición Alianza Popular-Partido Demócrata Popular -antecedente del PP-, obtenía un 26,36 por ciento y 107 escaños.
Desde entonces, la suma de los dos grandes partidos no ha bajado de los dos tercios de votos y de 280 de los 350 escaños de la Cámara Baja.
La cumbre del bipartidismo se produjo en los comicios de 2008, cuando el PSOE logró el 43,87 por ciento de los votos y 169 diputados, mientras que el PP conseguía el respaldo del 39,94 por ciento de los sufragios y 154 escaños.
Entre ambos, sumaron el 83,81 por ciento de los votos y 323 diputados.