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Al menos 44 personas han muerto tras el paso de tornados y tormentas durante los últimos días en zonas del sur y el centro de Estados Unidos, al tiempo que más de 1.400 vuelos se cancelaron hoy por el mal tiempo.

Los residentes que sobrevivieron al estallido de tornados ocurrido este fin de semana en el norte de Texas y a fuertes tormentas en otras zonas de Estados Unidos permanecen hoy en alerta por el incesante temporal de invierno, que amenaza ahora con nieve y más inundaciones a los estados del medio oeste del país.

Con las 25 muertes ocurridas en las últimas horas en los estados de Texas, Misuri e Illinois, el número de muertos por clima severo en EEUU desde el pasado miércoles asciende a 44, según informaron las autoridades.

Mientras estos estados hacen balance de los daños sufridos, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, en sus siglas inglés) alertó de que la amenaza de mal tiempo sigue vigente y que la misma zona que vio pasar los tornados el sábado hoy puede sufrir inundaciones.

Al margen del norte de Texas, quizás la zona más afectada del país, el NWS también puso en alerta a Oklahoma, Tennessee y partes de Ohio por lluvia y nieve, así como a los estados de la costa este y del Golfo de México por tormentas.

Además, más de 1.400 vuelos fueron hoy cancelados, en su mayoría en los aeropuertos de Chicago y de Dallas, mientras que unos 2.600 sufrieron retrasos.

Estos se suman a los 1.640 que ya fueron anulados el domingo, además de 6.400 con retrasos, según el buscador de vuelos FlightAware.

El área metropolitana de Dallas fue golpeada el sábado por la noche por nueve tornados que arrasaron en pocos minutos centenares de viviendas y se cobraron la vida de once personas.

'El hecho de que la gente haya sobrevivido, es increíble', explicó en una rueda de prensa Pedro Barineau, portavoz de la Policía de Garland, el municipio más afectado de la zona con ocho muertos y unas 600 casas destruidas o con daños.

Las muertes en Garland ocurrieron cuando uno de los tornados cruzó una autopista interestatal arrollando a su paso a doce vehículos.

Una de las víctimas fue identificada como Petra Ruiz, de 27 años, cuyo marido, Rubén Porras, relató a The Dallas Morning News los instantes fatales en los que el tornado impactó contra su vehículo.

Mientras conducía de vuelta a casa desde un salón de belleza, Ruiz llamó a su marido a través de la aplicación FaceTime, conversaron sobre qué cocinar para la cena y de repente ella gritó, la pantalla se ennegreció y la llamada se cortó.

El tornado que estalló sobre Garland fue clasificado por los meteorólogos como EF4, el segundo nivel más dañino, con vientos que alcanzaron los 320 kilómetros por hora.

En la vecina localidad de Rowlett, un tornado EF3 con vientos de 265 kilómetros por hora dejó 23 heridos y unas 600 viviendas con daños.

Más allá del suceso en Garland, otras dos personas fallecieron en Copeville (Texas) cuando un tornado arrasó la gasolinera en la que se encontraban y un menor murió en Blue Ridge (Texas).

En total, unas 1.450 viviendas sufrieron daños o quedaron destruidas por los tornados.

También este fin de semana murieron en inundaciones 9 personas en Misuri y 5 en Illinois, mientras que antes de Navidad ya habían fallecido 10 personas en Misisipi, 6 en Tennessee, 2 en Alabama y una en Arkansas.

Los gobernadores de Texas, Misuri, Oklahoma, Nuevo México, Alabama, Misisipi y Georgia ya han declarado el estado de emergencia en sus estados.