Ciudad del Vaticano. El papa Francisco expresó hoy su preocupación por el 'ensayo militar realizado en la península coreana', durante el tradicional discurso de inicio de año dirigido a los embajadores acreditados ante la Santa Sede.
Francisco se refería a la presunta prueba del lanzamiento de una bomba de hidrógeno realizada por el Gobierno de Corea del Norte el pasado miércoles.
En el discurso a los 180 diplomáticos acreditados, Francisco explicó que 'el año que acaba de comenzar se presenta lleno de desafíos y ya han aparecido en el horizonte muchas tensiones'.
Además del ensayo nuclear de Corea del Norte también citó 'los graves desacuerdos que han surgido en la región del Golfo Pérsico'.
Aunque también tuvo palabras de esperanza al recordar 'el clima pacífico de convivencia en el que se han realizado las recientes elecciones en la República Centroafricana' y 'las nuevas iniciativas que se han puesto en marcha en Chipre, para resolver una división que dura ya mucho tiempo'.
Asimismo recibió 'con esperanza' los que definió como 'pasos importantes que la comunidad internacional ha emprendido para encontrar una solución política y diplomática a la crisis en Siria' al igual que en Libia.
Celebró el pacto nuclear de la reducción de las capacidades nucleares iraníes y el acuerdo sobre el cambio climático en la pasada cumbre de París.
Deseó que este año, en el que la Iglesia celebra el Jubileo de la Misericordia, 'sea también una ocasión para el diálogo y la reconciliación que ayude a la construcción del bien común en Burundi, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur'.
El papa manifestó su confianza en que en el 2016 'se ponga definitivamente fin al conflicto en las regiones orientales de Ucrania'.
'Es fundamental el apoyo que, desde muchos puntos de vista, la comunidad internacional, los estados y las organizaciones humanitarias pueden ofrecer al país para que supere la crisis actual', abogó.
Otra de las esperanzas expresadas por el papa es que en este nuevo año 'se cierren las profundas heridas que dividen a israelíes y palestinos, y se consiga la convivencia pacífica de dos pueblos que, en lo profundo de sus corazones -estoy seguro- no desean otra cosa que la paz'.