Washington. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, cerró este viernes su visita oficial a EE.UU. con la promesa de una nueva fase en la asistencia financiera a su país, pero también el llamado de Washington a garantizar una 'justicia significativa' en los casos de crímenes cometidos por el Ejército y paramilitares.
En su última jornada en Washington, Santos se reunió con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el colombiano Luis Alberto Moreno; la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.
Con Kerry mantuvo un almuerzo de trabajo en el que conversaron sobre los 'asuntos difíciles' que quedan por resolver para cerrar un acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), según explicó el jefe de la diplomacia estadounidense.
'Entre ellos están los planes de desarme y desmovilización de las Farc y medidas para asegurar la rendición de cuentas por las atrocidades cometidas en tiempos de guerra', explicó Kerry en una conferencia de prensa junto a Santos.
'Se cometieron terribles abusos de derechos humanos no solo por parte de los grupos rebeldes, sino también por el Gobierno, por los paramilitares. Esos abusos también tienen que acabar y debe haber rendición de cuentas', añadió.
El titular de Exteriores estadounidense recordó que, cuando era ministro de Defensa de Colombia, Santos ayudó al país a 'afrontar un oscuro capítulo' de su historia, el de las ejecuciones extrajudiciales conocidas como 'falsos positivos'.
'Hoy, damos la bienvenida a su compromiso para asegurar que el acuerdo (de paz) garantiza una justicia significativa para ese y otros crímenes', agregó.
En diciembre, el Gobierno colombiano y las FARC alcanzaron un acuerdo acerca del punto de víctimas, que incluye la creación de una jurisdicción especial para juzgar los crímenes cometidos durante el conflicto, incluido un régimen diferenciado para los militares y policías que hayan incurrido en violaciones a la ley.
Ese esquema ha despertado las críticas de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), que en diciembre consideró que ese acuerdo puede favorecer la 'impunidad'.
Este jueves, el presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció Paz Colombia, una segunda fase del 'Plan Colombia' que durante los últimos 15 años canalizó la asistencia estadounidense al país andino para luchar contra el narcotráfico y la guerrilla.
El nuevo plan está diseñado para aplicarse después de la firma de un acuerdo de paz con las Farc, y para apoyarlo, Obama solicitará la próxima semana al Congreso más de 450 millones de dólares dentro del presupuesto del año fiscal 2017, una cifra superior a los 296 millones otorgados este año para Colombia.
Tanto Santos como Kerry aseguraron hoy que Estados Unidos no ha puesto 'ninguna' condición para el aumento de la ayuda bilateral.
'Condiciones del Gobierno del presidente (Barack) Obama, ninguna. Esta es una cooperación entre países amigos por beneficios comunes, si a Colombia le va bien, le va bien a EE.UU.', aseguró Santos.
Las Farc han indicado en ocasiones que su salida de las listas de organizaciones terroristas que mantienen EE.UU. y la Unión Europea (UE) sería útil para poder cerrar el acuerdo de paz, pero hoy Kerry aseguró que es 'prematuro' hablar ese punto.
'Es completamente prematuro y poco apropiado hacer esa pregunta porque no hay paz, nada ha ocurrido para que esa pregunta sea relevante. Si se alcanza la paz y hay una razón para pensar en ello, pensaremos en ello, pero ahora no es el momento', apuntó Kerry.
Tras su almuerzo con Kerry, Santos se reunió con Lagarde, quien elogió la respuesta de Colombia ante la caída del petróleo y dijo que eso le ha permitido mantener un 'desempeño notable' frente a otras economías.
La directora gerente del FMI también respaldó la reforma tributaria que ha planteado Santos con el objetivo de que entre en vigor en 2017 y opinó que un acuerdo de paz mejorará 'el clima de inversión y crecimiento, especialmente en las zonas rurales'.
Horas antes, durante su encuentro con Moreno en el BID, Santos afirmó que 'el posconflicto es en realidad un gran plan de desarrollo' para reforzar las instituciones, reducir la desigualdad y potenciar la inversión en infraestructuras y energías limpias.