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Nueva York. El fiscal de Maricopa County (Arizona) Juan Martínez ha conseguido situar entre los libros más vendidos en EE.UU. la historia de cómo consiguió la condena a cadena perpetua para Jodi Arias, una mujer en apariencia vulnerable pero culpable del asesinato a sangre fría de su exnovio, Travis Alexander.

En una entrevista con Efe, Martínez afirmó no haber tenido 'ningún' dilema moral para aceptar una de las ofertas editoriales que le pusieron sobre la mesa porque 'tenía la necesidad de contar la verdad sobre esa mujer' en apariencia angelical.

'Cuando el caso terminó recibí varias ofertas editoriales y me decidí por una', explicó el fiscal sobre el origen del libro 'Conviction' (HarperCollins), que llegó a situarse el 6 de marzo en el cuarto lugar en la lista de obras más vendidas de no ficción que elabora The New York Times.

'Durante el caso no se me pasó por la cabeza hacer un libro, pero luego tuve ganas de contar todo lo que la gente no sabía sobre lo que hizo Jodi (Arias)', apuntó.

'Ella se presentó como una víctima en televisión ante los estadounidenses, pero yo enseguida supe que mentía y quise contar cómo sucedió todo', explicó.

'No hay ninguna ley que prohíba escribir un libro sobre tu experiencia como fiscal. De hecho otros ya lo han hecho', apuntó Martínez en referencia, entre otros, a Jeffrey Tobbin, uno de los fiscales del caso O.J. Simpson, que escribió 'The run of his life', o a Vincent Bugliosi, ministerio público en el caso de Charles Manson y autor de 'Helter Skelter'.

Los interrogatorios de Martínez a Arias quitaron la venda de los ojos al gran público sobre la joven, que cambió hasta tres veces de relato sobre los hechos sucedidos el 9 de junio de 2008 y que terminó confesando el asesinato de su exnovio en la casa de este, asestándole decenas de puñaladas en el pecho, degollándolo y dándole un tiro final en la cara.

Martínez, que como la acusada tenía ascendencia mexicana, sufrió fuertes críticas del público por la forma directa en la que realizó los careos ante la acusada.

El caso recibió gran atención mediática en el momento en que se descubrieron algunas fotografías que no solo echaban madera sobre la culpabilidad de Arias sino que revelaban detalles sobre las prácticas sexuales de ambos.

Imágenes que recuperó la Policía de una cámara fotográfica que Arias metió en la lavadora, una estrategia extraña para borrar los archivos y que sumada a otras circunstancias llevaron a Martínez a pensar que 'en realidad quería que la pillaran, quería como fuera ser el centro de atención'.

Martínez repite sin cesar que Arias es una 'mentirosa' pero no acepta que, más allá, esta mujer que manipuló pruebas y construyó coartadas hasta la extenuación mediante mensajes amorosos de voz a Travis después incluso de haberle dado muerte, pueda tener algún tipo de psicopatía o problema mental.

'No tiene ningún problema. Lo que pasa es que no entendemos lo que hace. Pero ella sabía diferenciar muy bien el bien y el mal. Es una mujer muy inteligente', añadió.

'No somos Dios, no podemos entender a alguien que hace algo así', contó el fiscal, que lleva 27 años cubriendo casos de asesinato, incluido el caso Arizona vs. Wendi Andriano, que resultó en la primera condena a muerte de una mujer en el estado.

Sobre la pena capital, el castigo recibido por cerca de una decena de los condenados en los casos en los que he ejercido de fiscal, Martínez no quiere abrir debates.

'La pena de muerte es la ley en Arizona y yo solo cumplo con la ley', dijo.

Ese castigo fue el que primero reclamó para Arias al tratarse de un asesinato en primer grado y con el agravante de extrema crueldad.

Sin embargo, finalmente se la condenó a cadena perpetua o 'pena de muerte natural' en prisión, como se leía en la sentencia de marzo de 2015.

En la entrevista telefónica con Efe, Martínez dijo que una vez terminado el libro no ha vuelto a pensar en el caso ni tiene ninguna constancia de cómo se está comportando Arias en la cárcel.

El fiscal, que nació en México, pero llegó a EE.UU. siendo 'un niño', asegura no tener pesadillas.

'Yo duermo muy bien porque no soy el responsable de los casos en los que me veo involucrado como fiscal y además trabajo mucho y acabo muy cansado', apuntó.

Para aliviar su mente de la truculencia de los casos de asesinato que le ocupan, Martínez contó que suele 'salir a correr o disfrutar de un buen restaurante' con su esposa.