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El presidente estadounidense, Barack Obama, llegó este martes al Gran Teatro Alicia Alonso de La Habana, donde fue recibido a la entrada por su homólogo de Cuba, Raúl Castro, y ofreció al pueblo cubano un discurso en el que abordó la complicada historia entre los dos países y el futuro de su relación.

'Le ofrezco al pueblo cubano un saludo de paz' dijo en español el presidente estadounidense.

Al hacer su aparición en el escenario, el mandatario de Estados Unidos recibió una fuerte ovación a la que respondió con un 'Muchas gracias' en español.

'A medida que pasaron las décadas nuestros gobiernos siguieron luchando en constante conflicto. Yo he venido acá para dejar atrás los últimos vestigios de la Guerra fría. Estados Unidos y Cuba han estado separados durante mucho tiempo a pesar de tener la misma sangre', dijo Obama.

'A pesar que Nuestros gobiernos eran adversarios, nuestros pueblos seguían compartiendo pasiones. Millones de nuestros ciudadanos tienen una religión común; pese a nuestra discrepancia nuestros pueblos tienen los mismos valores; pese a diferencias en los países, hemos pactado el restablecimiento de nuestras relaciones', señaló.

El mandatario norteamericano indicó que 'los cambios establecidos entre los dos pueblos han sido bien recibidos. El embargo dañaba al pueblo cubano en vez de ayudarlo. Hoy quiero compartir con ustedes mi visión la cual puede ser el motor para que esto sea una esperanza en el futuro porque el primer gran activo de Cuba es su pueblo'.

Luego añadió que 'nuestras políticas son para respaldar a la isla, no para dañarla. Es hora de levantar el embargo'.

Unas mil personas asistieronn en el Gran Teatro de La Habana al discurso de Obama, que fue retransmitido en vivo por la televisión y radio estatales cubanas

El discurso, uno de los platos fuertes de la visita de Obama, es el primer acto del día en su agenda, que seguirá un encuentro con representantes de la sociedad civil independiente y la disidencia en la Embajada de EE.UU., y su asistencia al partido de béisbol amistoso entre el equipo nacional de Cuba y los Tampa Bay Rays.