Unos 160 países se aprestan a firmar el viernes el Acuerdo de París sobre cambio climático en un triunfo simbólico para un convenio que hasta no hace mucho parecía improbable pero que ahora parece estar a punto de concretarse con años de anticipación.
Funcionarios de Naciones Unidas dijeron que la ceremonia de la firma establecerá un récord para la diplomacia internacional, ya que nunca antes los representantes de tantas naciones han firmado un acuerdo en el primer día de la suscripción.
Esa adhesión podría permitir que el pacto entre en vigencia mucho antes del plazo original de 2020 —posiblemente este año_, si bien las naciones deben aprobarlo formalmente por medio de sus mecanismos nacionales.
'Estamos por hacer comenzar el acuerdo años antes de lo que se anticipaba', afirmó Brian Deese, asesor del presidente estadounidense Barack Obama, en un discurso la semana pasada en el Reed College en Portland, Oregón.
Estados Unidos y China, que conjuntamente representan casi el 40% de las emisiones globales, han dicho que se proponen formalmente adherir este año al acuerdo. Entrará en vigencia una vez que 55 países productores de por lo menos el 55% de las emisiones mundiales lo hayan hecho.
'Hay un impulso increíble', dijo a The Associated Press la ex primera ministra de Nueva Zelanda Helen Clark, directora del Programa de Desarrollo de la ONU. 'Estamos avanzando lo más rápidamente posible'.
Clark afirmó que su agencia trabaja con más de 140 países en cuestiones relacionadas con el cambio climático y dijo que la financiación para concretar el Acuerdo de París es 'crítica y esperamos que todos cumplan con sus promesas'.
El acuerdo, la respuesta mundial al calentamiento global, el aumento del nivel del mar y otras consecuencias del cambio climático, fue elaborado en diciembre en un suburbio deParís. Fue un progreso decisivo en las negociaciones de la ONU sobre el clima, que durante años se estancaron por disputas entre los países ricos y pobres acerca de cuál era la responsabilidad de cada uno.
El ambiente era tan pesimista después que falló una cumbre climática de 2009 en Copenhague, Dinamarca, que la directora de la ONU para el clima, Christiana Figueres, creyó que nunca vería concretar un acuerdo climático durante su vida. Ahora espera que el Acuerdo de París entre en vigencia para 2018.
Según el acuerdo, los países establecerán sus propios objetivos para reducir las emisiones de anhídrido carbónico y otros gases de efecto invernadero. Los objetivos no son legalmente obligatorios pero las naciones deben actualizarlos cada cinco años.
Eso se debe a que los análisis científicos indican que la lista inicial de objetivos comprometidos antes de París no coinciden con el objetivo a largo plazo del acuerdo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados (3.6 Fahrenheit) en comparación con la era preindustrial. Las temperaturas globales subieron casi un grado centígrado. El año pasado fue el más caluroso de los que se tienen registro.
'Aunque los objetivos de París se implementen plenamente, no son suficientes para mantenerlos siquiera cerca de la meta de los dos grados', dijo John Sterman, del Instituto Tecnológico de Massachusetts. 'No creo que la gente comprenda la urgencia del asunto'.