Al menos 34 personas murieron hoy por los bombardeos y el disparo de proyectiles en la ciudad siria de Alepo, la mayor del norte del país, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esos fallecidos, al menos 20 civiles, entre ellos tres menores, perdieron la vida por ataques aéreos de aviones de guerra, de origen desconocido, en los barrios de Bustan al Qasr y Al Kalasa.
La ONG no descartó que la cifra de víctimas mortales por esos bombardeos aumente porque hay heridos graves y desaparecidos.
Por otro lado, otras 14 personas, de las que dos eran niños, perecieron por el impacto de cohetes en áreas bajo el control del régimen, como los distritos de Al Midan, Ashrafie y la plaza de Saadalá al Yaburi, donde también hubo 40 heridos.
La agencia de noticias oficial siria, SANA, confirmó hoy la muerte de 9 civiles por el lanzamiento de cohetes por parte de 'organizaciones terroristas' y por los disparos de francotiradores en Alepo.
Una fuente de la Jefatura Policial en esta urbe indicó a SANA que los atacantes abrieron fuego desde los distritos de Bustan al Qasr y Al Meridian.
Anoche, al menos 27 personas perdieron la vida en un bombardeo contra el hospital Al Quds, situado en el barrio de Al Sukari, en el este de Alepo, de acuerdo a los datos del Observatorio.
La pasada madrugada, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, señaló que un ataque aéreo contra un hospital en el este de Alepo 'probablemente ha terminado con la vida del último pediatra' en esa zona.
El mediador de la ONU hizo referencia a ese caso para pedir a Rusia y Estados Unidos que unan sus esfuerzos para dar de nuevo vigor a la tregua en Siria y salvarla 'del colapso total'.
'Hago un llamamiento a Rusia y Estados Unidos para que tomen una iniciativa urgente para relanzar la tregua, que por el momento está en peligro', dijo Mistura tras informar por teleconferencia al Consejo de Seguridad de la ONU sobre el resultado de la tercera ronda de negociaciones de paz concluida el miércoles.