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Madrid. Los reyes de España, don Felipe y doña Leticia, presidieron ayer en la madrileña catedral de La Almudena una emotiva misa de recuerdo a los casi 700 fallecidos por el terremoto de Ecuador a la que ha asistido una amplia representación ecuatoriana junto a autoridades y líderes de los principales partidos políticos españoles.

Los líderes de los partidos políticos Podemos, Pablo Iglesias, y Ciudadanos, Albert Rivera, junto a la presidenta del PSOE, Micaela Navarro, compartían con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, uno de los dos bancos de la primera fila de autoridades, a la derecha del altar, cerca del que ocupaban el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y los ministros de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y de Interior, Jorge Fernández Díaz, con sus esposas.

De riguroso luto, don Felipe y doña Letizia lideraron la ceremonia fúnebre desde un lugar preferente próximo al altar mayor, a cuya izquierda se situaban diplomáticos de diversos países, mientras que unos 400 representantes de la nutrida colonia ecuatoriana residente en España seguían la ceremonia desde la nave central, encabezados por su embajador en Madrid, Miguel Calahorrano.

El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que ha oficiado la misa acompañado por el nuncio, Renzo Fratini, y el arzobispo castrense, Juan del Río, así como por sacerdotes ecuatorianos, ha trasladado a las familias de las víctimas un mensaje de esperanza y de amor -'más fuerte que la muerte', según ha subrayado-, y un llamamiento a recordar que 'el Mal nunca tiene la última palabra'.