La asamblea general de la Iglesia de Escocia votó este sábado a favor de permitir que sus pastores puedan estar casados en matrimonios homosexuales y seguir ejerciendo dentro de esa institución.
La histórica votación, celebrada en Edimburgo en la jornada inaugural de ese encuentro, posibilita que los pastores estén casados con personas de su mismo sexo, aunque no se les permite celebrar bodas homosexuales dentro de la iglesia.
El resultado de la votación -con 339 votos a favor frente a 215 en contra- sigue a un año de deliberaciones sobre un asunto que ha generado divisiones dentro de la Iglesia de Escocia.
El pasado año, la Asamblea dio luz verde a que los pastores homosexuales de esa institución formaran uniones civiles.
La Iglesia Nacional Escocesa -conocida como The Kirk- adopta una postura por la que mantiene un punto de vista tradicional sobre el matrimonio entre hombre y mujer, pero autoriza a las congregaciones individuales a decidir por sí mismas si desean nombrar a un pastor o a un deán homosexual, que se encuentre casado en un matrimonio o unión civil gay.
Cualquier otra consideración más amplia del enfoque teológico del matrimonio homosexual no se llevará a cabo hasta que el Foro Teológico presente un informe a la Iglesia escocesa el próximo año.
La votación de hoy diferenciará a esta institución de la Iglesia de Inglaterra en que esta última prohíbe a sus religiosos estar casados o en uniones civiles con personas de su mismo sexo y se ha negado a permitir las bodas gais religiosas.
A la ceremonia formal de inauguración de la Asamblea de este año de la Iglesia escocesa asistió la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, y durante el acto se leyó una carta de la reina Isabel II.
'En un momento de agitación en el mundo, es reconfortante escuchar que la Iglesia de Escocia ha hecho que sea una prioridad trabajar para desarrollar una respuesta coordinada a problemas que afectan a refugiados y solicitantes de asilo', rezó la misiva de la monarca, centrada en la actitud escocesa hacia los refugiados.