En 'Citizenfour', la directora estadounidense Laura Poitras contó una historia de terror en forma de documental: cómo los Gobiernos vigilan hasta el último paso de sus ciudadanos. Ahora, vuelve para arrojar luz sobre los entresijos de WikiLeaks en su nuevo filme, 'Risk'.
La organización fundada por Julian Assange 'ha revolucionado el periodismo', afirma convencida Poitras en una entrevista con Efe, ya que ha creado un sistema tecnológico en que los filtradores ('whistleblowers, en inglés) pueden dar información y al tiempo proteger sus identidades.
'El viejo método de que el periodista le diga a su fuente que su honor lo va a proteger ya no significa nada. Lo único que tienen que hacer los servicios de inteligencia es mirar sus registros y su teléfono' para averiguar todo lo que necesiten, dice la documentalista.
Por eso, augura, asistimos solo al comienzo de la era de las grandes filtraciones y del trabajo con ingentes bases de datos, como ha quedado de manifiesto en los recientes 'papeles de Panamá'.
En este panorama, Assange y WikiLeaks 'se adelantaron a todos los demás' y vieron antes que nadie 'el poder de internet para crear un cambio social, empoderando a los ciudadanos pero también a los Gobiernos en sus actividades de vigilancia'.
'Si lo miramos desde una perspectiva histórica, la gente verá el hecho de que WikiLeaks entendió mejor que la mayoría de medios de comunicación la necesidad de soluciones tecnológicas para proteger a las fuentes', insiste.
'Risk' comenzó a filmarse en 2011, cuando Poitras tuvo acceso a Assange y a su equipo de colaboradores más estrecho, pese a que el fundador de WikiLeaks ya se encontraba en arresto domiciliario en Londres a la espera de que se resolvieran sus recursos contra la petición de extradición presentada por Suecia por violación y acoso sexual.
La película deja de lado el embrollo judicial y también evita centrarse en la polémica personalidad de Assange, que aparece retratado como un idealista con tendencias megalómanas.
Poitras prefiere abordar el trabajo global de WikiLeaks (sigue por ejemplo a su colaborador Jacob Appelbaum en un viaje a Egipto) y relatar las trabas que enfrenta.
'No estoy de acuerdo con él (Assange) siempre, pero sí estoy de acuerdo con su misión y con defenderla, porque creo en la libertad de expresión', asegura Poitras, que ganó el Oscar en 2014 con 'Citizenfour', donde seguía al exanalista Edward Snowden.
Preguntada si no está tomando partido por un bando, la cineasta considera que no se pone de su parte sino que hace películas sobre gente a la que considera 'interesante', aunque al mismo tiempo reconoce que no le gustan los documentales que se limitan a hablar con alguien y después con otra persona que está en desacuerdo.
Assange lleva casi cuatro años encerrado en la Embajada de Ecuador en Londres, donde se le concedió asilo político tras la decisión judicial de extraditarlo.
Esa situación, señala la cineasta, 'complica el trabajo de WikiLeaks y pone mucha presión sobre la organización', pero recuerda que han continuado con sus filtraciones y no parece que vayan a dejar de hacerlo por el momento.
Poitras nunca ha escondido una enorme desconfianza hacia los periodistas de los medios de comunicación, especialmente de su país, a quienes acusa en muchos casos de ser meros 'propagandistas'.
'En las historias sobre seguridad nacional, el Gobierno de Estados Unidos ha tenido mucho éxito al conseguir que los editores de los medios censuren informaciones que eran claramente de interés público', opina.
Por eso, cree que otra de las aportaciones de WikiLeaks al libre ejercicio del periodismo fue precisamente involucrar a un consorcio internacional de medios, 'lo que les obliga a competir entre ellos y hace más difícil para cualquier país tratar de suprimir lo más embarazoso'.
Y se muestra muy crítica con la 'cultura del clic' que viven las redacciones en la era digital, pues todo está subordinado a conseguir el mayor número de visitas a sus páginas, por encima de las grandes historias o el periodismo de investigación.
Esta búsqueda obsesiva del clic está vinculada a la perpetua búsqueda de un modelo que consiga ofrecer un rendimiento económico a las páginas web, en tiempos de desaparición progresiva del periodismo impreso, dice.
Poitras sonríe y calla cuando se le pregunta por Assange. Su opinión, dice, se puede ver en la película. Y tampoco revela cuál fue la reacción del fundador de WikiLeaks tras ver 'Risk': 'Eso se lo tendrás que preguntar a él'.