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Cientos de personas despidieron ayer a las 66 víctimas del avión de Egyptair que se estrelló el pasado jueves en el mar Mediterráneo, en una ceremonia oficial en una mezquita de El Cairo, con la presencia de representantes del Gobierno y de la compañía aérea nacional.

La ceremonia, organizada por el Ministerio de Aviación Civil, tuvo lugar en la mezquita del Mariscal Tantaui, a las afueras de la capital egipcia, a donde acudieron cientos de personas a presentar sus respetos en memoria de las víctimas.

Representantes de Egyptair, pilotos y asistentes de vuelo se mezclaron con familiares y conocidos de las víctimas, a las que rindieron homenaje.

Alrededor del templo se desplegaron fuertes medidas de seguridad y numerosos agentes también poblaron la principal carretera que conduce al templo desde el centro de la ciudad.

A pesar de que los cuerpos no han sido aún recuperados de las aguas y no se les puede dar sepultura, la ceremonia se celebró para honrar la memoria de las personas que viajaban a bordo del vuelo MS840, 56 pasajeros, siete tripulantes y tres agentes de seguridad.

El domingo se celebró una misa en la Catedral de El Cairo por los nueve cristianos que perdieron la vida en la tragedia.

La alta representante de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, ofreció sus 'condolencias a las familias de las víctimas'.