La ciudad japonesa de Hiroshima vive con expectación la histórica visita que hoy hará el presidente de EEUU, Barack Obama, mientras los supervivientes de la bomba atómica aseguran que el objetivo es acabar con los arsenales nucleares, no recibir disculpas.
Obama, que viajará durante unas horas a Hiroshima tras participar en la cumbre de dos días de líderes del G7 en el parque natural de Ise-Shima (centro de Japón), se convertirá en el primer residente de la Casa Blanca en visitar la ciudad arrasada por el ataque nuclear a manos de las tropas estadounidenses el 6 de agosto de 1945.
La breve ceremonia, en la que el presidente de EEUU realizará una ofrenda de flores y dará un discurso en honor a las víctimas de unas de las perores atrocidades de la historia, se celebrará a última hora de la tarde en el Parque de la Paz.
Allí, Keiko Ogura, una superviviente de 79 años, observaba hoy la enorme presencia policial y de cámaras de televisión que se mezclaban con numerosos grupos de colegiales que visitaban el emblemático lugar, donde se encuentra el Museo Memorial de la Paz.
'Estamos muy contentos con esta visita. Por fin, después de tanto tiempo un presidente de EEUU ha aceptado venir', explicó la mujer, que tenía 8 años recién cumplidos cuando la bomba cayó sobre su ciudad y acabó de inmediato con la vida de unas 140.000 personas.
Ogura, como muchos otros ‘hibakusha’, el nombre con el que se conoce en Japón a los supervivientes, reconoció que no quiere una disculpa de Obama.
'Lo importante es que se dé cuenta del daño que pueden hacer las armas nucleares. Se trata de acabar con ellas de una vez por todas', apuntó.
La ceremonia. Delante del cenotafio que recuerda a los fallecidos y que tiene como fondo el ‘Gembaku Domu’, la cúpula que quedó en pie tras la tragedia, se habían colocado una veintena de sillas, lo que pone de manifiesto la reducida dimensión que tendrá la ceremonia de mañana, que se celebrará al aire libre pero en un recinto completamente blindado al público.
'Creo que tendrá un efecto positivo, el mundo estará mirando y podrá reflexionar sobre lo que pasó en Hiroshima', explicó Oguda, que cree que tras Obama muchos otros líderes internacionales querrán venir a la ciudad.
La visita del presidente de EEUU ha estado rodeada de un enorme secretismo y no fue sino hasta ayer cuando se les comunicó a las asociaciones de supervivientes que finalmente tres de sus miembros acompañarán a Obama en la ceremonia del Parque de la Paz.
La Casa Blanca ha confirmado que el discurso del presidente de EEUU, donde mayoritariamente se considera que los ataques nucleares a Japón desencadenaron su rendición y pusieron fin a la II Guerra Mundial, no va a contener una disculpa.