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El G7 se comprometió este viernes a aplicar estrategias económicas coordinadas 'más enérgicas y equilibradas' y al tiempo subrayó el 'Brexit' como una amenaza para el comercio internacional, la creación de empleo o el crecimiento global.

Los líderes de las siete economías más desarrolladas y la UE adoptaron este compromiso en una declaración conjunta rubricada este viernes al término de la cumbre celebrada en el parque natural de Ise-Shima (centro de Japón).

El G7 reconoce la existencia de una ralentización global motivada por el frenazo de China y los emergentes y apuesta por reforzar 'políticas económicas de forma cooperativa, y empleando un conjunto de medidas más enérgico y equilibrado, con vistas a lograr rápidamente un patrón de crecimiento firme y sostenible', según el documento.

El texto está en línea con lo tratado por los ministros de Finanzas del G7 el fin de semana previo en Sendai (noreste de Japón), donde se declaró la necesidad de usar todas las herramientas disponibles -monetarias, fiscales y estructurales- para atender a la situación global y también a cada escenario doméstico.

La propuesta aúna los enfoques británico o alemán, partidarios de la disciplina presupuestaria y de las reformas estructurales con vistas a incrementar la competitividad, con las posturas de Japón, Estados Unidos o Canadá, que defienden políticas comunes de estímulo fiscal e inversión pública para promover la demanda.

De hecho, en la cita el primer ministro nipón, Shinzo Abe, habló de un escenario como el que dejó la quiebra de Lehman Brothers para insinuar las próximas apuestas de Tokio que, de cara a no comprometer su recuperación, apuntan a más estímulos monetarios y al aplazamiento de una, muy necesaria aunque arriesgada, subida del IVA.

De manera unánime se señaló que una hipotética salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) tras la consulta sobre su permanencia en el club comunitario prevista para el próximo 23 de junio, supone un 'riesgo grave' para la marcha de la economía mundial.

El 'brexit', reza la declaración, 'revertiría la tendencia hacia un mayor comercio global', y supondría 'riesgos para la creación de empleo y para el crecimiento'.

'Todos los líderes compartimos la visión de que la salida de Reino Unido de la UE es un riesgo a evitar, aunque la decisión final corresponde a los votantes británicos', afirmó el primer ministro británico, David Cameron, en una rueda de prensa celebrada al término de la cumbre.

'Es evidente que nuestra salida tendría un impacto negativo. Somos una gran nación comercial, y el 40 por ciento de nuestros productos se exporta al mercado único', subrayó el líder conservador, quien recalcó que 'la mejor opción para Reino Unido es quedarse en la UE y reformarla desde dentro'.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, añadió que 'todos los participantes quisieron dar una señal a favor de la permanencia de Reino Unido en la UE'.

A unas tres semanas para el plebiscito del 23 de junio, las encuestas sobre intención de voto otorgan a la campaña a favor de permanecer en la UE un respaldo de entre el 52 y el 53 %, frente al 42 ó 47 % del 'brexit'.

Por otro lado el G7 advirtió en el comunicado que el empeoramiento de la situación económica global responde también a otros factores 'no económicos' como 'la escalada de conflictos geopolíticos, el terrorismo o los flujos de refugiados'.

Los líderes de Japón, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Canadá, Italia y la UE también se mostraron preocupados por el actual exceso de oferta en lo referente al acero, vidrio o cemento chinos.

Según apuntó el primer ministro de Japón, que ocupa la presidencia de turno del grupo de los siete, la respuesta de Pekín a esta sobrecapacidad, que está hundiendo los precios de estos materiales en los mercados domésticos y también de las exportaciones de los mismos, 'ha sido insuficiente' hasta el momento.