El terremoto que en abril sacudió Ecuador ha evidenciado que los desastres naturales al final 'pasan cuenta' a los países que desarrollan procesos de crecimiento descontrolados, dijo hoy el representante para las Américas de la oficina de la ONU de reducción de riesgos de desastres, el ecuatoriano Ricardo Mena.
'En Ecuador ha sido evidente (...) que la informalidad, la marginalidad y los procesos de crecimiento sumamente acelerados que no necesariamente han estado debidamente armonizados con la realidad ecosistémica y la disposición frente a amenazas naturales, tarde o temprano nos pasan cuenta', destacó Mena en Asunción.
Mena realizó sus declaraciones en la apertura del Taller Regional DIPECHO América del Sur 2016, sobre el impacto de los programas de la Unión Europea (UE) en la reducción de riesgos de desastres en esa región.
De acuerdo con Mena, la gravedad de las consecuencias de los desastres naturales en la región dependerá de que se tengan en cuenta unas políticas gubernamentales de desarrollo sostenible y basadas en la reducción de riesgos.
'Estamos todavía por vivir en la región los desastres más intensos (...) y eso es debido a la acumulación de la cantidad de riesgo que hemos generado acompañando los procesos de desarrollo de la región, que quizás ahora mismo no, pero en las últimas décadas ha habido un proceso de desarrollo bastante acelerado', dijo Mena.
Por su parte, la directora de Cooperación Internacional de la Secretaría de Gestión de riesgos de Ecuador, Evelyn Jaramillo, explicó durante el taller los procesos de reacción aplicados tras el sismo de 7,8 grados que dejó 669 víctimas en abril en el país andino.
Durante su exposición, Jaramillo relató cómo se rehabilitó la actividad lectiva, los sistemas de luz y agua, y cómo se movilizó al personal de emergencias, además del control de los medicamentos y la suspensión de la actividad de hidrocarburos.
Ecuador ha invertido más de 200 millones de dólares en obras emergentes tras el terremoto de magnitud 7,8 que el pasado 16 de abril asoló zonas del norte de la costa del país andino.
Como consecuencia del sismo, del que han habido más de 1.800 réplicas, fallecieron 669 personas, 6.275 heridos y 80.000 están desplazadas, según cifras de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo ecuatoriana.