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El proceso de criba de los candidatos a suceder a Ban Ki-moon al frente de la Organización de Naciones Unidas (ONU) arrancará este jueves con una primera votación confidencial en el Consejo de Seguridad.

Los quince miembros de este órgano expresarán por primera vez su opinión sobre los doce aspirantes a la Secretaría General, entre los que figuran la costarricense Christiana Figueres y la canciller argentina, Susana Malcorra.

El resultado de la votación no se hará público, pero sí está previsto que se traslade a los países de los candidatos, que si no ven apoyo suficiente podrían optar por retirar sus nombres.

El Consejo de Seguridad se refiere al proceso que arrancará mañana como un 'sondeo de opinión' o una 'encuesta extraoficial', pues en él los quince miembros se limitarán a señalar si animan o desaniman a un candidato o si no tienen opinión sobre él.

Está previsto que más adelante se lleven a cabo nuevas votaciones como esta con el fin de avanzar hacia un consenso que permita al Consejo de Seguridad proponer un nombre a la Asamblea General, el órgano en el que están representados todos los Estados miembros de la ONU y que es el que debe elegir finalmente al secretario general.

Por primera vez en la historia de Naciones Unidas, los candidatos se han sometido a audiencias públicas con la Asamblea, en las que presentaron sus principales propuestas y respondieron a las cuestiones de los países.

Ese esfuerzo de transparencia no ha tenido continuidad en el Consejo de Seguridad, que tradicionalmente ha controlado el proceso de selección y que ha preferido mantener el secretismo en sus gestiones.

El presidente de turno del Consejo, el japonés Koro Bessho, se limitó hoy a confirmar que todos los candidatos se han entrevistado con los miembros de este órgano y dejó claro que no se dará al público ninguna información sobre el resultado de las votaciones de mañana.

Los miembros permanentes del Consejo, y principalmente Estados Unidos y Rusia, han controlado en las últimas décadas la selección del secretario general dado su poder de veto, mientras que la Asamblea General se limita a ratificar al candidato elegido.

En esta ocasión, muchos países defienden que el puesto debe ir a parar por primera vez a una mujer, aunque por ahora no hay una favorita clara y tampoco se descarta que aún puedan surgir nuevos nombres.

A día de hoy, aspiran al cargo seis mujeres y seis hombres, con una fuerte presencia de candidatos de Europa del Este, la única región que nunca ha dirigido la ONU y a la que le correspondería hacerlo según el principio no escrito de rotación geográfica.

La elección del secretario general se cerrará en principio de octubre y éste asumirá el puesto a partir del 1 de enero de 2017.