Tras el final de las elecciones primarias en EE.UU. el pasado junio, la campaña del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, no ha gastado ni un centavo en anuncios televisivos, informó este martes la cadena NBC News.
Sin embargo, la campaña de la aspirante demócrata, Hillary Clinton, desembolsó 52 millones de dólares en esos avisos, la mayoría emitidos en estados 'bisagra' que están llamados a ser decisivos en las elecciones de noviembre, según los datos recopilados por la compañía de análisis Advertising Analytics.
La austeridad del multimillonario llama la atención dada su impopularidad en las encuestas, en las que Clinton lleva una holgada ventaja, y su fuerte recaudación de fondos y donaciones el pasado julio, que alcanzó los 80 millones de dólares.
El magnate inmobiliario también se ve superado en gastos de publicidad por los candidatos del Partido Libertario, Gary Johnson, y el Partido Verde, Jill Stein, quienes emplearon en esos anuncios 15.000 y 189.000 dólares, respectivamente.
Si se toma en cuenta el apoyo de los llamados 'SuperPAC' (grupos de acción política), el gasto de Trump en avisos de televisión asciende a 8,2 millones de dólares, cifra muy inferior a los 91,1 millones de dólares que totaliza la ex secretaria de Estado.
La campaña del multimillonario neoyorquino publicó varios anuncios, retransmitidos en las redes sociales, hasta la fecha.
Según informó este lunes la revista 'National Journal', la campaña de Trump pidió tarifas de anuncios televisivos en diecisiete estados de EE.UU., un primer paso que podría acarrear una mayor presencia de su propaganda electoral en la pequeña pantalla.