Compartir:

Indígenas que se oponen a una hidroeléctrica levantada en el oeste de Panamá retuvieron este lunes durante unas dos horas al presidente del país, Juan Carlos Varela, después de que firmara un acuerdo con líderes de la comarca Ngäbe Buglé para que el proyecto entre en operaciones.

Los grupos de indígenas además lanzaron piedras contra la escuela donde tuvo lugar la firma del convenio, ubicada en la apartada localidad de Llano Tugrí, capital de la comarca Nägbe Buglé, en unos incidentes que dejaron a 4 policías heridos.

El acuerdo establece que el proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco, paralizado desde 2015, entrará en servicio pero no será operado por Generadora del Istmo S.A. (Genisa), la empresa de capital centroamericano que lo construyó, sino por un tercero independiente aún por designar.

Cuando el presidente panameño se disponía a dar su discurso tras la firma del acuerdo con la cacica general, Silvia Carrera, grupos de inconformes, que ya previamente habían interrumpido el acto oficial, comenzaron a lanzar algunas piedras contra la escuela.

Varela y otros altos funcionarios del Gobierno fueron trasladados a uno de los salones del colegio mientras continuaban los incidentes, y el grupo de inconformes cerró los accesos al lugar dejando retenidos a autoridades y periodistas durante unas dos horas.

Tras conversaciones con los grupos de indígenas que rechazan la hidroeléctrica, las puertas del colegio fueron liberadas y todo el mundo se retiró del lugar.

Los grupos de inconformes cuestionaron la representatividad de los indígenas que aparecen como firmantes del convenio: la cacica general Carrera; el presidente del Congreso General, Demecio Cases; del cacique regional, Jeremías Montero; el cacique local, Chito Gallardo, y el alcalde del distrito de Müna, Rolando Carpintero.

'Ellos son caciques hasta que sea (haya) elección', respondió Varela, que recalcó a los presentes que 'sean los caciques los que le expliquen al pueblo el acuerdo'.

El acuerdo firmado este lunes, de 19 puntos, no precisa la fecha de entrada en operaciones de la hidroeléctrica, que se alimenta del río Tabasará, pero recalca que dependerá de nuevas pruebas de llenado del embalse que se harán a partir de un momento no precisado.

Contempla además la creación de un fideicomiso al que el Gobierno aportará el 15 % de los ingresos brutos que genere la hidroeléctrica, recursos que se destinarán al desarrollo de las comunidades indígenas y campesinas aledañas.

Para que el acuerdo se haga decreto Ejecutivo y entre en vigor deberá ser ratificado por el Congreso General de la comarca, indicó la información oficial.

Genisa obtuvo en 2007 la concesión e inició en 2011 la construcción de la hidroeléctrica de Barro Blanco, ahora con un 95 % de avance y que proyecta generar 28,56 megavatios, cerca del 2 % de la capacidad instalada del país.