Tres días después de que miles de personas en Amatrice perdieran sus casas por un fuerte terremoto, las operaciones de rescate llegan a su fase final y este municipio de Italia piensa ya en su reconstrucción.
El organismo italiano encargado de Protección Civil informó ayer de que las operaciones de rescate están concluyendo y que las probabilidades de encontrar supervivientes son muy reducidas.
De hecho, desde el 24 de agosto -cuando se registró el terremoto de 6 grados en la escala de Richter- los efectivos desplegados solo recuperan cadáveres bajo los escombros.
De los 278 muertos en las distintas localidades del centro de Italia sacudidas por el seísmo, 218 fallecieron en Amatrice, un pequeño municipio de la provincia de Rieti que presenta una imagen de absoluta destrucción.
Ahora se trabaja en acelerar la limpieza del pueblo y en retirar los escombros para poder ir despejando la zona y abrir nuevas vías que faciliten el tránsito por las calles, en la actualidad ocultas bajo las ruinas.
Mientras, el Ayuntamiento sigue tratando de identificar a las personas fallecidas como consecuencia del seísmo con la ayuda de los supervivientes.
Habitualmente, esta población tiene unos 2.000 habitantes, pero en verano se convierte en objetivo turístico, por lo que es difícil saber cuánta gente se encontraba en la localidad en el momento del terremoto.