Los retratos oficiales de Dilma Rousseff con la banda presidencial comenzaron este miércoles a ser retirados de los despachos del palacio de Planalto, sede del Ejecutivo brasileño, un par de horas después de ser destituida como mandataria del país.
Varios medios locales mostraron imágenes de los cuadros con la efigie de Rousseff amontonados en un rincón de un despacho del palacio presidencial.
Los retratos habían sido mantenidos a pesar de que el 12 de mayo pasado Rousseff fue suspendida de sus funciones y fue sustituida de forma interina por su entonces vicepresidente, Michel Temer, quien ha tenido que despachar en Planalto siempre ante la imagen de su declarada enemiga.
El Planalto también se dio prisa para modificar su página web para incluir a Rousseff en la galería de expresidentes y pasar su foto a blanco y negro.
Rousseff fue destituida este miércoles por el Senado en el marco de un juicio político y el poder pasó a manos de Temer.
El Senado halló a Rousseff culpable de incumplir la ley de responsabilidad fiscal, por haber modificado los presupuestos vía decreto, sin autorización legislativa, y porque consideraron que el Gobierno tomó créditos de la banca pública, algo prohibido por ley, al demorarse en hacer depósitos a esos bancos.
