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Hermine, que tocó tierra esta madrugada como huracán en la costa noroeste de Florida y se degradó a tormenta tropical, continúa debilitándose en su avance por el sureste de EE.UU., pero preocupan las inundaciones y lluvia que arroja a su paso.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU. detalló en el boletín de las 08.00 hora local (12.00 GMT) de hoy que la ya tormenta tropical Hermine se encuentra a 60 kilómetros al noreste de Valdosta (Georgia) y a unos 190 kilómetros de Savannah, en el mismo estado vecino con Florida.

Hermine se desplaza hacia el nornoreste con una velocidad de traslación de 14 millas por hora (22 km/hora) y, según un probable patrón de trayectoria, el centro de la tormenta 'continuará moviéndose hoy por el sureste de Georgia' para continuar esta noche por la costa de Las Carolinas y situarse en aguas costeras de Carolina del Norte el sábado.

El fenómeno meteorológico presenta vientos máximos sostenidos de 95 km/hora y se espera 'alguna intensificación de la tormenta', una vez que el centro se mueva por la costa de Carolina del Norte.

En estos momentos, una de las grandes preocupaciones de las autoridades son las inundaciones por acumulación de lluvia de hasta 10 pulgadas (25 centímetros) sobre el sureste de EE.UU., desde el noroeste de Florida hasta el sur y este de Georgia y Las Carolinas.

Cerca de 200.000 hogares se encuentran en estos momentos sin fluido eléctrico en Florida, Georgia y Las Carolinas, según comunicaron las compañías de electricidad al canal NBC News.

Andrew Gillum, alcalde de Tallahassee, capital Florida, señaló hoy que hay cortes de energía eléctrica y que las tres cuartas partes de los clientes de la ciudad no tenían electricidad, tras el paso del huracán Hermine.

Gillum estimó que unos 100.000 residentes en la zona están sin electricidad, incluyendo 70.000 usuarios de la capital del estado.

Hermine tocó tierra como huracán de categoría 1 en la localidad de St. Marks (norte de Florida) con vientos máximos sostenidos de 80 millas por hora (130 km/h).

Es el primer huracán que toca tierra en la costa floridana desde Wilma, en 2005, un poderoso ciclón de categoría 3 que causó cinco muertos y dejó daños estimados en 23.000 millones de dólares en el estado.

El gobernador de Florida, Rick Scott, que declaró el estado de emergencia en 56 condados hasta el sábado, instó a los floridanos residentes en el norte del estado a que no bajen la guardia y estén alerta por potenciales inundaciones y precipitaciones.

Cerca de 6.000 miembros de la Guardia Nacional estadounidense están listos para su despliegue, tras el paso del huracán por Florida.

Otra preocupación para las autoridades son los posibles tornados que se podrían registrar en Las Carolinas y el norte de Florida, así como la marejada ciclónica que afecta la costa norte del Golfo de Florida, desde Indian Pass hasta Cayo Longboat.