Compartir:

La coalición internacional liderada por Estados Unidos bombardeó por error al Ejército del Gobierno sirio en la ciudad siria de Deir al Zor, una acción que ha provocado la convocatoria de una reunión urgente para hoy del Consejo de Seguridad de la ONU a petición de Rusia.

Los primeros en denunciar el ataque fueron el propio Ejército sirio y el Ministerio de Defensa ruso, que aseguró que 62 militares sirios murieron por el bombardeo de la coalición internacional, producido sobre las 17.00 hora de Moscú (14.00 GMT) cerca del aeropuerto de Deir ez-Zor, en el este de Siria.

Más tarde, el Departamento de Defensa de Estados Unidos admitió que es 'posible' que bombardeos de la aviación internacional hayan golpeado a personal y vehículos del Ejército sirio, pero evitó confirmarlo oficialmente.

En un comunicado, el Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguró que las fuerzas de la coalición internacional creían estar golpeando una posición de un grupo de militantes del Estado Islámico (EI) al que habían estado siguiendo durante 'una cantidad significativa de tiempo'.

No obstante, según el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de EEUU, personal militar ruso advirtió a las fuerzas de la coalición internacional de que era 'posible' que el personal y los vehículos a los que estaban bombardeando formaran parte del Ejército del régimen sirio y, entonces, la coalición internacional decidió detener el ataque.

'El ataque aéreo de la coalición se detuvo inmediatamente cuando funcionarios de la coalición fueron informados por las autoridades rusas de que era posible que el personal y los vehículos puestos en el blanco fueran parte del Ejército sirio', explicó el Pentágono en un comunicado del Comando Central estadounidense (Centcom).

En su nota, el Pentágono aseguró que la aviación de la coalición internacional 'no golpearía intencionadamente una unidad militar Siria' y se excusó recordando que Siria vive 'una compleja situación con varias fuerzas militares y milicias operando en proximidad'.

El Pentágono no facilitó ninguna cifra sobre posibles muertos o heridos como resultado del ataque, producido en una zona donde las tropas sirias se encuentran rodeadas por el Estado Islámico.

Además de la cifra de 62 muertos ofrecida por el Ministerio de Defensa ruso, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, citando a fuentes militares del interior del aeropuerto, aseguró que 83 personas murieron y al menos 120 resultaron heridas.

Bajo la operación 'Determinación Inherente' y al frente de una alianza internacional, Estados Unidos comenzó hace dos años su campaña de bombardeos contra el Estados Islámico.

Durante esos dos años, Washington asegura haber atacado solo al grupo yihadista, por lo que esta es la primera vez que las tropas estadounidenses embisten contra el Gobierno de Bashar al-Asad, cuya salida del poder sigue pidiendo la diplomacia estadounidense con el objetivo de poner fin a la sangrienta guerra.

La reacción de Rusia, que defiende al presidente sirio, no se hizo esperar y, en la televisión Rossia 24, la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajarova, pidió la celebración urgente de una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el incidente.

En respuesta, el Consejo de Seguridad de la ONU convocó para este sábado una reunión de urgencia para mantener una ronda de consultas en torno a los últimos acontecimientos en Siria.

Los quince miembros del máximo órgano de decisiones de la ONU se reunirán a puerta cerrada a partir de las 19.30 hora local (23.30 GMT), según anunció Nueva Zelanda, que este mes preside el Consejo.

Además, el ataque hizo que Siria y Rusia acusaran a Estados Unidos de allanar el camino al Estado Islámico, que aparentemente aprovechó la situación para hacerse con el control de la zona.

'Si antes teníamos la sospecha de que el Frente al Nusra es protegido, ahora, después del bombardeo de hoy contra el Ejército sirio llegamos a una terrible conclusión para todo el mundo: la Casa Blanca está defendiendo al EI', consideró Zajarova, la portavoz rusa.

El bombardeo agrava las tensiones entre Estados Unidos y Rusia, y se produce en el penúltimo día de la tregua alcanzada por mediación de los dos países el pasado 9 de septiembre.