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La aviación del régimen sirio y la de Rusia reforzaron sus bombardeos en el marco de una nueva ofensiva contra las zonas de la ciudad septentrional siria de Alepo controladas por la oposición, que causaron la muerte a decenas de civiles.

Esta escalada de la violencia se produce después del anuncio del Ejército sirio de que iniciaba operaciones en el este de la ciudad, y del fracaso de las conversaciones entre Rusia y EEUU para renovar el alto el fuego.

Al menos 70 personas murieron y decenas resultaron heridas en los bombardeos contra los barrios orientales en manos de los rebeldes y con unos 250.000 habitantes, según la Defensa Civil siria, un grupo de voluntarios que desarrolla labores de rescate.

Los también conocidos como 'cascos blancos', galardonados ayer con el 'Nobel Alternativo', indicaron en un comunicado que todavía hay desaparecidos bajo los escombros de las casas.

Los más de 60 ataques aéreos causaron gran destrucción en la infraestructura de la urbe, incluidos tres centros de la Defensa Civil.

Los distritos opositores golpeados por los bombardeos fueron Al Qateryi, Al Kalasa, Bab al Nairab, Al Maadi y Al Ferdús.

Fuera de la ciudad, en la periferia occidental, en poder de la oposición, la aviación siria y rusa también intensificaron sus bombardeos en las últimas 24 horas.

Quince civiles, de los cuales once eran menores de edad y varios miembros de la misma familia, fallecieron en el pueblo de Shaqatin, al oeste de Alepo, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció en un comunicado los bombardeos 'indiscriminados e incesantes' contra áreas civiles en la zona este sitiada de la ciudad.

En solo dos días, centros hospitalarios apoyados por MSF en el este de Alepo recibieron a 145 heridos y notificaron el fallecimiento de 23 personas.