El seísmo se registró en torno a las 07.40 hora local (una menos GMT) a diez kilómetros de profundidad con epicentro entre los municipios de Norcia, Castelsantangelo su Nera, Preci y Visso, en una zona montañosa entre las regiones de Umbria y Las Marcas.
El jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, situó el balance provisional en una veintena de heridos, la mayoría leves, y afirmó que por el momento no se han hallado víctimas mortales.
Una mujer de unos 50 años de Norcia ha resultado herida de gravedad al parecer después de lanzarse por la ventana de su domicilio tras sentir el temblor, según los medios locales.
La ausencia de víctimas mortales se debe a que la zona se vio afectada el pasado miércoles por una serie de terremotos, el mayor de 5,9 grados, y esto provocó que la práctica totalidad de la población fuera evacuada de sus municipios e instalada en otros puntos alejados de la zona sísmica.
Protección Civil está acondicionando instalaciones con capacidad para acoger a los nuevos evacuados, informó en un comunicado.
El terremoto ha provocado graves daños en las infraestructuras, en los edificios y en el patrimonio cultural del lugar, a los pies del Parque Natural de los Montes Sibilinos.
Hay problemas de viabilidad por todas partes, con carreteras cortadas, desprendimiento de rocas y municipios que permanecen aislados y que están siendo vigilados desde el aire mediante seis aeronaves, destacó Curcio.
Asimismo se ha visto interrumpido el sistema eléctrico y suspendido el tráfico ferroviario en cinco líneas.
Protección Civil envió camiones con agua potable a la zona, debido a 'importantes problemas en términos de potabilidad' en la red hídrica.
Para las labores de asistencia han sido desplegados 1.300 efectivos, según informó el Ministerio del Interior, entre Protección Civil, del Ejército o del cuerpo de Bomberos.
En cuanto a las ciudades afectadas por el seísmo, Norcia ha sido la que ha presentado mayores desperfectos, con desplomes en sus murallas y en su rico patrimonio cultural.
Uno de los edificios más perjudicados fue la iglesia de San Benedicto, una de las joyas arquitectónicas del lugar datada en el siglo XIV y de la que solo ha quedado en pie su fachada.
Estos municipios fueron azotados el pasado miércoles por una serie de terremotos, el mayor de 5,9 grados, y se encuentran muy próximos a localidades como Amatrice o Arquata del Tronto, devastadas por otro seísmo que el pasado 24 de agosto causó 297 muertos.
También se registraron derrumbes en la ciudad de L'Aquila, a unos 90 kilómetros del epicentro y que está aún en fase de reconstrucción tras el terremoto que sufrió en 2009, que causó 309 muertos, 1.600 heridos y alrededor de 80.000 desplazados.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, se dirigió a los perjudicados por estos desastres para asegurar que el Gobierno 'reconstruirá todo'.
'Nosotros reconstruiremos todo. Las casas, las iglesias y los comercios. Estamos hablando de territorios maravillosos, que hacen de la belleza y la capacidad de acogida algo fundamental', expresó Renzi en una rueda de prensa en Roma.
El primer ministro aseguró que mañana se convocará un Consejo de Ministros extraordinario para tomar las primeras medidas y dar respuesta a esta situación.
También el papa Francisco se refirió a este terremoto y, tras el rezo del Ángelus, expresó su cercanía a los damnificados y reconoció la labor del personal involucrado en las labores de asistencia.
El presidente de la República, Sergio Mattarella, de visita oficial en Israel, aseguró desde allí que sigue 'con preocupación' la evolución de la situación y reclamó una pronta intervención.
El temblor se percibió prácticamente en todo el país, de norte a sur, y ha sido señalado como el más potente desde 1980 por el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología del país.