El cuarto reactor de la central nuclear de Chernóbil, escenario de la mayor catástrofe atómica de la historia en 1986, quedó ayer cubierto por un nuevo y gigantesco sarcófago que garantizará su seguridad durante los próximos cien años.
'El reactor de Chernóbil ha sido cubierto con éxito 30 años después de la catástrofe de 1986 como resultado de una hazaña sorprendente de ingeniería', anunció el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, que gestionó la financiación de la obra, la mayor construcción móvil jamás erigida.
La estructura –en forma de arco, de 108 metros de alto, 150 de ancho y 256 de largo, y con un peso de más de 30.000 toneladas– fue construida a 180 metros del reactor averiado, protegido por el sarcófago de hormigón erigido inmediatamente después del accidente nuclear, ya seriamente dañado.
El sarcófago Seguro fue colocado mediante un sistema de raíles único en su género.