El asesinato ayer del embajador ruso en Turquía, Andréi Karlov, supone un duro revés para la cooperación entre Moscú y Ankara en la lucha contra el terrorismo yihadista y el arreglo del conflicto en Siria.
'El crimen es, sin lugar a dudas, una provocación destinada a abortar la normalización de las relaciones ruso-turcas y torpedear el proceso de paz en Siria', dijo el presidente ruso, Vladimir Putin.
El jefe del Kremlin recordó que ese proceso es apoyado 'activamente por Rusia, Turquía, Irán y otros países interesados en el arreglo del conflicto sirio'.
Tras confirmarse la muerte del embajador en pleno centro de la capital turca, Putin se reunió con su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y los jefes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) y del Servicio de Inteligencia Exterior.
'La respuesta al asesinato del embajador ruso en Turquía será el reforzamiento de la lucha contra el terrorismo. Y los bandidos lo sentirán en sus propias carnes', advirtió.
Además, tachó de 'vil' el asesinato del diplomático de 62 años, en el cargo desde 2013, y adelantó que ha acordado con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, la investigación conjunta de lo ocurrido en el centro de Ankara.
'Debemos saber quién está detrás del asesino', dijo Putin, que ha encargado garantizar tanto la seguridad de las legaciones diplomáticas rusas en Turquía como las turcas en territorio ruso.
Fue un atentado terrorista
También alabó la figura del embajador ruso en Ankara, 'un extraordinario diplomático' que mantenía buenas relaciones con las autoridades y otras fuerzas políticas turcas y que le acompañó personalmente durante su último viaje a ese país.
'Catalogamos lo ocurrido como un atentado terrorista. El terrorismo no vencerá. Lo combatiremos firmemente. Hoy mismo este asunto será planteado ante el Consejo de Seguridad de la ONU', aseguró María Zajárova, portavoz rusa de Exteriores.
El último embajador ruso asesinado había sido Aleksandr Griboyédov, linchado por una turba en Teherán en 1829.
El atacante
Karlov, que iba sin escolta, fue atacado a bocajarro por un hombre cuando pronunciaba unas palabras en la inauguración de una exposición de fotografía titulada Rusia vista por los turcos. en pleno centro de la capital turca.
El atacante era un agente de policía de 22 años de edad, informó el alcalde de Ankara, Melih Gokcek. El ministro del Interior confirmó que desde 2014 era miembro de la Policía antidisturbios turca. El sospechoso, que fue abatido por agentes turcos tras el atentado, nació en 1994 en la ciudad de Soke, en la provincia de Aydin, en la parte occidental del país.
El supuesto atacante, identificado como Mevlüt Mert Altintas, se graduó de la escuela de policía de Esmirna (oeste del país) en 2014, agregó el diario Yeni Safak, cercano al Gobierno islamista de Turquía.
'¡No se olviden de Alepo, no se olviden de Siria. A menos que nosotros estemos todos seguros, ustedes tampoco sentirán seguridad. ¡Vuelvan, vuelvan! Todos aquellos que compartan esta opresión y tortura pagarán por ello', exclamó el hombre tras disparar varias veces contra el diplomático ruso.
Por su parte, los testigos indicaron a diferentes medios turcos que el atacante actuó solo y que sabía que no iba a salir vivo del edificio.
'Un acto atroz'
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó el ataque contra el embajador ruso en Turquía, Andréi Karlov, y lo calificó como 'un acto atroz' sin justificación. 'Condeno el asesinato del embajador ruso en Turquía.
Mis condolencias a su familia y a los ciudadanos rusos. No hay justificación para semejante acto atroz', publicó Stoltenberg en su perfil de la red social Twitter. De igual manera varios Gobiernos rechazaron el asesinato, mientras que Rusia dijo que el 'terrorismo no vencerá'.