Rusia anunció ayer despliegue en la región de Moscú de los novísimos misiles antiaéreos S-400 'Triumph', los mismos sistemas emplazados para proteger el aeródromo ruso en la provincia siria de Latakia.
Las baterías S-400 'entraron en servicio operativo para la defensa aérea de Moscú y de la región industrial central de Rusia', informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Esos sistemas deben garantizar la seguridad ante 'ataques aéreos enemigos' de las infraestructuras estratégicas del Estado, sean civiles -industriales, energéticas y de transporte-, o militares, como centros de mando.
Según medios locales, ese nuevo regimiento de S-400 ha sido desplegado en la localidad de Podolsk, a 25 kilómetros al sur de la capital.
Los S-400, uno de los orgullos de la industria armamentista rusa, garantizan el derribo de objetivos aéreos -desde cazas a misiles de crucero- a una distancia de 250 kilómetros.