El presidente de EE.UU., Donald Trump, hablará este sábado por teléfono con sus homólogos de Francia, François Hollande; Alemania, Angela Merkel, y Rusia, Vladímir Putin, confirmó hoy la Casa Blanca.
'Aprovechando al máximo la primera semana completa, mañana @POTUS (cuenta en Twitter del presidente de EE.UU.) hablará por teléfono con los líderes de Francia, Alemania y Rusia', anunció el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en su cuenta de Twitter.
La conversación con el presidente ruso ya la había anticipado previamente el Kremlin, al confirmar una información adelantada por la cadena CNN a última hora del jueves.
Hollande, Merkel y Putin ya conversaron con el presidente republicano el pasado año para felicitarlo por su inesperada victoria en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, en las que se impuso a la demócrata Hillary Clinton.
Será, pues, la primera vez que Trump dialogue con esos líderes desde que juró el cargo hace una semana.
Trump hablará con esos mandatarios después de reunirse hoy en la Casa Blanca con la primera ministra británica, Theresa May, la primera líder extranjera con la que se entrevista personalmente desde que fue investido presidente.
Antes de la reunión de Trump y May, Merkel y Hollande escenificaron hoy en Berlín la unidad del eje franco-alemán en defensa de una Unión Europea criticada por las fuerzas populistas y cuestionada desde Washington y Londres.
En un discurso en Filadelfia ante congresistas republicanos, May pidió este jueves a Trump que Estados Unidos no se retire del mundo para evitar un 'eclipse de Occidente', y le aconsejó 'tener cuidado' con Putin.
Trump reiteró en una entrevista emitida este jueves por la cadena Fox News que está dispuesto a restaurar las relaciones con Rusia, así como con otros países.
Durante la campaña electoral, el magnate neoyorquino elogió a Putin y confió en que pueda producirse un acercamiento entre ambos países.
Las relaciones entre EE.UU. y Rusia se deterioraron durante el mandato del expresidente Barack Obama hasta un punto inédito desde la Guerra Fría.
Estados Unidos ha impuesto sanciones a Moscú por instigar el conflicto civil en Ucrania y anexionarse Crimea, a lo que se ha sumado el apoyo militar de Moscú al régimen de Bachar al Asad en Siria.
Además, el Gobierno de Obama adoptó sanciones diplomáticas y económicas contra Rusia a finales de año, tras concluir que el Kremlin interfirió en las elecciones estadounidenses con la filtración de comunicaciones del Partido Demócrata a fin de favorecer a Trump y perjudicar a Clinton.