El presidente estadounidense, Donald Trump, ratificó este martes la suspensión de una regulación impulsada por el expresidente Barack Obama para impedir que personas con problemas mentales puedan acceder a la compra de armas, en una victoria de los grupos pro-armas como la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
Como ya habían anticipado, Trump estampó su firma en la legislación, una de las primeras impulsadas por el nuevo Congreso estadounidense tras las elecciones presidenciales de noviembre pasado en las que el republicano se impuso a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Los republicanos impusieron su mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado para sacar adelante esta legislación hace dos semanas.
La medida que ahora ha sido revocada había sido impulsada por Obama dentro de su plan para aumentar los controles en el acceso a armas de fuego tras la matanza en un colegio de Newtown (Connecticut) en 2012, cuando fallecieron veinte niños y seis profesores.
La norma, que se calcula que afectaba a 75.000 personas, exigía que la Dirección de Seguridad Social comunicase al Gobierno federal los nombres de las personas que recibiesen ayudas con historial de enfermedades mentales para que no pudiesen comprar armas.
La decisión fue aplaudida por la NRA, el principal grupo de presión a favor de las armas personales.
'El voto en el Senado supone el siguiente paso en la marcha atrás de la ofensiva extralimitación del Gobierno que caracterizó la era de Obama', declaró Chris W. Cox, director ejecutivo de la NRA, en un comunicado la pasada semana al conocerse la aprobación.
Por su parte, el senador demócrata Chris Murphy, que representa al estado de Connecticut, donde se produjo la matanza de Newtown, se mostró indignado al señalar que la normativa bloqueada solo afectaba a un grupo pequeño de personas.
'¿Si no pueden manejar sus propios asuntos financieros, cómo podemos esperar que puedan ser el propietario responsable de un arma de fuego legal y peligrosa?', sostuvo en su intervención antes de votar 'no' a la propuesta en el pleno del Senado.
Las organizaciones a favor del control al acceso de armas también expresaron su rechazo.
'No se equivoquen, este voto realmente trataba de aumentar el conjunto de posibles clientes de la industria de armas, a costa de aquellos en peligro de hacerse daño a sí mismos o a otros', dijo Dan Gross, presidente de la Brady Campaign para prevenir la violencia de armas.