En un intento por hacer que los ciudadanos respeten los pasos de peatones, el Gobierno de la región china de Shenzhen ha puesto en funcionamiento un sistema piloto de seguridad y control que utiliza vallas, megafonía y cámaras para disuadir a los imprudentes.
La prensa local publica este viernes imágenes de este sistema que tratará de impedir que los ciudadanos crucen en rojo y, en el caso de hacerlo, los grabará para que puedan ser multados.
Así, cuando la luz roja de los semáforos se enciende, la valla se cierra y salta un sonido por megafonía que recuerda a los peatones que tienen que pararse y esperar hasta que el semáforo se ponga verde.
Si alguien cruza o fuerza la valla su cara será capturada por las cámaras de seguridad y podrá ser perseguido por su infracción.
De momento solo se está poniendo en práctica en el distrito de Nashan (Shenzhen, sur de China) y el principal objetivo es concienciar a la población sobre la importancia de respetar las señales del tráfico para evitar el alto número de muertes de peatones en el país.