La mayor parte de los colegios electorales abiertos en Francia para la segunda ronda de las presidenciales cerró a las 7:00 p.m. (hora local), una hora antes de que concluya la jornada en los centros de voto de las grandes ciudades del país.
Así, al igual que en la primera vuelta del pasado 23 de abril, los electores pueden todavía acudir a las urnas en París, Lyon, Marsella, Burdeos, Toulouse, Niza, Lille o Estrasburgo, entre otras grandes urbes.
Tras abrir los colegios a las 8:00 a.m. (hora local), a las 7:00 de la noche (hora local) había votado ya el 65,3 %, una caída de cuatro puntos porcentuales con respecto al 69,42 % de franceses que lo habían hecho a la misma hora hace dos semanas.
Los datos facilitados por el ministerio del Interior apuntan que la participación es también sensiblemente inferior a la de la segunda vuelta de 2012, cuando ya había votado el 70,59 % de los ciudadanos con derecho a voto, en unos comicios que acabaron en casi el 80 %.
Esta segunda ronda, disputada por el socioliberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, se ha desarrollado igual que la primera entre fuertes medidas de seguridad, con más de 50.000 policías y gendarmes en todo el país, apoyados por 7.000 militares de la operación antiterrorista Sentinelle.