El Ejército israelí despliega 'una serie de batallones' en el territorio palestino ocupado de Cisjordania en previsión de posible violencia tras el reconocimiento oficial ayer del presiente norteamericano, Donald Trump, de Jerusalén como capital de Israel.
'Tras el análisis de la situación general se ha decidido que un número de batallones reforzarán el área de Judea y Samaria (nombres bíblicos para Cisjordania), así como de unidades de combate de inteligencia y de defensa territorial', dijo a Efe una portavoz militar.
El anuncio del Ejército israelí tiene lugar poco después de que el líder político de Hamás, Ismail Haniye, llamase a una tercera Intifada (levantamiento), en una rueda de prensa en la ciudad de Gaza, advirtiendo a Trump de que se 'arrepentiría de su decisión'.
'Llamamos y trabajamos en pos del lanzamiento de una Intifada contra el enemigo sionista', dijo Haniye.
'La decisión norteamericana es una declaración de guerra, una agresión a nuestra gente y guerra contra nuestros santuarios', declamó.
En Cisjordania, la tensión aumentó en torno al mediodía (10.00 GMT) con marchas en diversas ciudades hacia los puestos de control militares israelíes.
En Ramala unas tres mil personas se reunieron en la plaza Almanara y, tras los discursos oficiales, se encaminaron hacia el un puesto de control al norte de la ciudad bajo el lema 'una bandera, todos unidos, marchamos hacia Jerusalén'.
En el control militar cientos de jóvenes, muchos con la cara tapada con kefiyas (el pañuelo palestino), tiraron piedras a los soldados y quemaron neumáticos.
'Hemos venido hoy aquí porque no confiamos que nuestros líderes políticos pueden hacer nada', dijo a Efe Mustafá Birat, un informático de 20 años, que añadió: 'No hemos tenido clase hoy, Jerusalén es la capital de nuestro país y hemos venido aquí porque no tenemos otro remedio.'
La Media Luna Roja (servicio de emergencias equivalente a la Cruz Roja) confirmó más de una decena de heridos en enfrentamientos en las ciudades palestinas de Qalqilia y Tulkarem.
En esta última y en la ciudad de Nablus los manifestantes quemaron banderas norteamericanas y fotos de Trump.
También se han registrado disturbios de baja intensidad en el lado oriental de la Ciudad Vieja de Jerusalén y en la ciudad cisjordana de Hebrón, con protestas que fueron dispersadas por fuerzas de seguridad israelíes.