La Justicia chilena determinó este jueves decretar prisión preventiva para un agente de Carabineros (Policía militarizada) acusado de disparar una bomba lacrimógena a la cabeza de un manifestante en el marco de las protestas que desde hace más de 4 meses se realizan en el país, y que dejan al menos 30 muertos.
El Juzgado de Garantía de la ciudad de Rancagua, a unos 90 kilómetros al sur de Santiago de Chile, imputó al uniformado por homicidio frustrado, según informó el estatal Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
El ente indicó a través de un comunicado que 'el policía, luego de apuntarle, percutó su arma, lanzando directamente a la cabeza de la víctima un proyectil lacrimógeno disparado a menos de nueve metros de separación entre el arma y su blanco. La violencia del impacto dejó a la víctima con fractura de cráneo, hendidura y hematoma cerebral'.
Asimismo indicaron que los hechos, ocurridos durante las protestas en el centro de Rancagua el pasado 13 de diciembre, fueron protagonizados por un sargento de Carabineros, quien llegó en un contingente policial, se detuvo y apuntó su arma directamente a la cabeza de la víctima.
El suceso fue grabado por una cámara de seguridad que sirvió como prueba para la Fiscalía para verificar que el joven se retiraba del lugar caminando en sentido opuesto al policía, de espaldas y con sus brazos cruzados.
A pesar del disparo y de observar que la víctima estaba herida, desde el INDH afirmaron que el carabinero no requirió ambulancia ni entregó asistencia sanitaria de primeros auxilios al joven, quien quedó en manos de las personas que se encontraban en la zona, quienes le trasladaron a un hospital de la ciudad.
El acusado mantendrá la prisión preventiva por los 90 días que dura la investigación en su contra.
Las protestas en Chile, que cumplirán este viernes 20 semanas desde su comienzo a mediados del pasado octubre, dejan ya 3.765 heridos, según el último reporte del INDH, de los que 271 fueron heridos por disparos de bombas lacrimógenas.