El vicepresidente del Servicio de Computación en Nube Amazon Web Services (AWS), Tim Bray, anunció este lunes su renuncia en rechazo al despido reciente de empleados que han criticado públicamente a la empresa.
'Renuncio consternado por el hecho de que Amazon haya despedido a críticos que alzaban la voz ante la preocupación de los trabajadores por la COVID-19', escribió Bray en una entrada en su blog personal titulada 'Bye, Amazon' (Adiós, Amazon).
El hasta la semana pasada vicepresidente de AWS (su último día de trabajo fue el viernes) aseguró que seguir trabajado para Amazon en ese cargo hubiese supuesto aceptar acciones que aborrecía y que por ello decidió abandonar la empresa.
Bray se refirió explícitamente a los casos de Emily Cunningham y Maren Costa, dos diseñadoras de experiencia de usuario a las que la empresa despidió a mediados de abril al asegurar que habían violado 'repetidamente' sus políticas internas al hacer públicas sus discrepancias con el funcionamiento de la firma.
Cunningham y Costa se habían mostrado durante los días anteriores muy críticas con las respuesta de la compañía de Seattle (estado de Washington EE.UU.) a la pandemia de COVID-19, y sostenían que Amazon no estaba haciendo lo suficiente para garantizar la seguridad y salud de sus empleados, especialmente de repartidores y trabajadores de almacenes.
Además de los casos de estas dos trabajadoras, la compañía ha sido acusada de despedir a otros empleados desde el inicio de la pandemia por expresar públicamente su descontento con las medidas adoptadas, siendo uno de los más destacados Chris Smalls, que fue despedido tras organizar una huelga en un almacén de Nueva York.
El pasado viernes, coincidiendo con el Primero de Mayo, empleados de Amazon y otras empresas de entregas a domicilio de EE.UU. protagonizaron un parón temporal de la actividad precisamente para protestar por las medidas de seguridad ante el COVID-19 y pedir mayor protección.
Los trabajadores pedían acciones como que se limpien a fondo por parte de profesionales los vehículos que operan, y que se cierren durante catorce días aquellas instalaciones en las que se detecten casos de coronavirus.
Amazon ha visto un incremento sin precedentes de su negocio desde que se desató la pandemia de coronavirus y de que Gobiernos de todo el mundo decretaran órdenes de confinamiento y distanciamiento social, lo que ha obligado a cerrar tiendas físicas y ha eliminado gran parte de la competencia de la plataforma digital.
Solo en Estados Unidos, la empresa de Seattle (estado de Washington) ha incorporado ya en las últimas semanas a 100.000 nuevos trabajadores para dar respuesta al incremento de la demanda y ha anunciado la contratación de otros 75.000.