Una nueva ola de langostas del desierto amenaza la seguridad alimentaria de millones de personas en África oriental y central, advirtió hoy la organización humanitaria Oxfam.
Esas poblaciones 'corren el riesgo de más hambre y pobreza a medida que la región se prepara para el impacto de una nueva oleada de langostas en junio, justo en el momento de la cosecha', señaló la ONG en un comunicado.
Se trataría de una 'triple crisis', pues a la plaga hay que sumar las inundaciones registradas en países de la zona y los efectos de la pandemia de coronavirus.
Las lluvias más fuertes de los últimos cuarenta años caídas en la región provocaron graves inundaciones que han causado unos 400 muertos y han forzado a medio millón de personas a abandonar sus hogares, tras destruir sus cosechas y medios de subsistencia.
Las precipitaciones, intensificadas por la crisis climática, también han creado las condiciones adecuadas para las langostas, lo que hace temer que 'los enjambres puedan ser 400 veces más grandes de lo habitual'.
La plaga de estos insectos, la mayor en setenta años, ha arrasado miles de hectáreas de cultivos en grandes extensiones de países como Kenia, Etiopía y Somalia.
Además, las restricciones impuestas por los gobiernos para frenar la pandemia están complicando los esfuerzos para contener la propagación de esta plaga.
En ese escenario, subrayó Oxfam, las inundaciones y la nueva ola de langostas ocasionarán 'un aumento de la escasez de alimentos en una región en la que más de 33 millones de personas ya padecen de una grave inseguridad alimentaria'.
Asimismo, es probable que los efectos económicos de las medidas de los gobiernos para atajar la COVID-19 arrastren a millones de personas a una mayor pobreza, ya que las redes de seguridad social para protegerlas son escasas o inexistentes
'La región se enfrenta a múltiples crisis simultáneas, cada una de las cuales agrava las demás y hace más difícil su gestión y contención', subrayó la directora de Oxfam para el Cuerno de África, África Central y Oriental, Lydia Zigomo.
'Juntas -agregó Zigomo- forman una combinación letal que amenaza con aumentar el hambre, la pobreza y el sufrimiento de millones de las personas más vulnerables del mundo'.
El pasado marzo, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas ya alertó de que la plaga de langostas registrada en el este de África desde el pasado año seguía creciendo y era la peor que sufría Kenia en setenta años, y Etiopía y Somalia en un cuarto de siglo.
La plaga se extendió después a otros países de la región como Eritrea, Sudán del Sur, Tanzania o Uganda.