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El mundo busca con urgencia medidas solidarias y conjuntas para enfrentar la pandemia que cuenta ya con cerca de 2,6 millones de casos de COVID-19 en América -medio millón más que en Europa-, según informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según el organismo, Estados Unidos, Brasil, Rusia, Reino Unido y España son los países con mayor número de casos en el mundo, donde se elevó hoy a 353.334 el número de muertos.

Mientras los Gobiernos siguen planificando las reaperturas y reactivaciones económicas, la ONU junto a los líderes mundiales, con excepción de EE.UU. y China, abordó en una cumbre virtual las estrategias para apoyar a los Estados más vulnerables y evitar que la crisis económica arruine años de progresos en materia de desarrollo.

Solidaridad para evitar una devastación

América estuvo presente durante la reunión de la ONU en la que los participantes defendieron la necesidad de respuestas globales y coordinadas ante la pandemia y de mostrar solidaridad con las naciones con menos recursos ante el riesgo de que la crisis dispare la desigualdad.

La clave: aliviar la deuda de los países pobres. Este fue uno de los mayores requerimientos en un momento en el que numerosas economías sufren por la recesión global y el desplome de precios de materias primas.

El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, pidió a las instituciones financieras internacionales que evalúen urgentemente el problema de deuda que surgirá en los próximos meses y en los próximos años y que sean más flexibles en la utilización de los parámetros establecidos.

A esto también se unió el presidente de Colombia, Iván Duque, al enfatizar la necesidad de que todos sumen esfuerzos contra el coronavirus para que haya un consenso en el mediano plazo sobre cómo aliviar las deudas en los países emergentes.

El propio secretario general de la ONU, Antonio Gutérres, alertó de que si no se actúa ahora 'la pandemia causará una devastación y sufrimiento inimaginables alrededor del mundo' pues millones de personas pueden caer en la pobreza y producirse hambrunas históricas.

Plan conjunto de Latinoamérica ante el covid

En paralelo a la reunión celebrada en la ONU, los líderes de los Parlamentos de 11 países latinoamericanos evaluaron en una reunión telemática un plan conjunto regional ante los efectos del coronavirus.

'Tenemos una realidad compartida en la región', subrayó la presidenta de la Cámara de Diputados mexicana, Laura Rojas, satisfecha por el compromiso adquirido de 'delinear los ejes y las prioridades de trabajo' ante esta pandemia en un mismo documento.

Durante el encuentro, los titulares de los legislativos de Argentina, México, Brasil, Barbados, Chile, Colombia, Cuba, Dominica, Ecuador, Paraguay y Uruguay expusieron su punto de vista y enfatizaron su voluntad de fortalecer las relaciones regionales.

La mira está puesta en fortalecer los sistemas de salud y económicos, además de establecer mecanismos para la inversión en ciencia y desarrollo sostenible.

Entre los retos inmediatos para la región está el hecho de que se deberán 'adecuar' los presupuestos de 2021 a la realidad, que ha dejado ya 2,6 millones de contagiados y casi 150.000 muertos en el continente americano, según la OMS.

EEUU: 'El hito triste' de los fallecimientos

Ya son más de 101.000 muertes a causa del coronavirus en EE.UU. que seguía este jueves sin poder atajar el avance de la enfermedad y de la que ya se han contagiado 1,7 millones de habitantes en este país.

Como un 'hito muy triste' el presidente Donald Trump se refirió en Twitter a la cifra de fallecidos a raíz del COVID-19, que sitúa a la nación como el primer país en superar la barrera de las 100.000 muertes, con más de una cuarta parte del total mundial.

Con un comportamiento desigual por estados, la pandemia sigue avanzando y cobrando vidas, mientras van surgiendo nuevos datos que reflejan el golpe que está suponiendo la enfermedad para la economía: una contracción histórica de su aparato productivo y un desempleo que ha afectado a 41 millones de personas en poco más de dos meses.

Centroamérica: Prestamos, reapertura y más contagios

En Honduras, el Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh) publicó en un estudio en el que señala que el país debe realizar un 'cambio de enfoque, al menos durante tres años, de las políticas económicas y sociales, que implica responder de manera estratégica' para superar el coronavirus.

Mientras en Costa Rica, que llegó hoy a los 1.000 infectados y evalúa un plan de reapertura, el ministro de Salud, Daniel Salas, indicó que el Gobierno está evaluando el plan de desescalada de las restricciones a actividades económicas que comenzó a aplicarse el pasado 16 de mayo, con el fin de determinar si se siguen ampliando las reaperturas, si se establecen restricciones focalizadas por zonas o si se continúa como estaba previsto.

El Salvador, por su parte, recibió hoy del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la aprobación de un préstamo de 250 millones de dólares para financiar las medidas de contención de la crisis sanitaria, luego de que entrara a la fase 3 por el COVID-19 tras superar los 2.100 contagios.

La otra cara preocupante es Nicaragua en donde la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), dedicada a defender la libertad de expresión y el acceso a la información pública calificó de 'dramática' la situación en el país.

Aunque el Gobierno ha reportado 759 casos confirmados, con 35 muertos desde marzo pasado, datos del independiente Observatorio Ciudadano COVID-19 indican que en Nicaragua unas 2.687 han sido contagiadas por el virus, y 598 han muerto.

Sube la cifra de infectados

Además de Brasil, que continúa al alza en infecciones (más de 411.000) y decesos (supera los 25.000), Chile es otro de los países que preocupa al reportar 49 fallecidos en las últimas 24 horas, lo que supone un nuevo registro récord y eleva el total de decesos a 890, mientras en infecciones contabilizó otros 4.654, situando la cifra total en 86.943 y superando a China, donde se inició la pandemia.

Ecuador, que registra más de 3.300 fallecidos, 2.136 probables y unos 38.400 positivos, se encuentra en un proceso de cambio de fase de la estrategia epidemiológica y busca pasar del aislamiento masivo al distanciamiento social, con el levantamiento paulatino y coordinado de las restricciones.

Y en Argentina la mirada está puesta en las villas miseria o barrios pobres como Villa Azul y Villa Itatí, de la populosa área metropolitana de Buenos Aires, que están separadas por una carretera, y ahora también por la valla que cerca a Azul, con la que pretenden aislar el COVID-19 y evitar que se propague a poblaciones vecinas, donde este jueves intensificaron los testeos.