Estados Unidos insistió este viernes en su compromiso con la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) 'legítima' de Venezuela bajo el liderazgo del dirigente opositor Juan Guaidó y criticó el reciente intento del 'exrégimen ilegítimo' de Nicolás Maduro de destruir lo que Washington describe como 'la última institución democrática' que queda en el país latinoamericano.
Así reaccionó el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado, a la decisión del martes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano, que dejó a Guaidó sin la presidencia del Parlamento, que compartía de facto desde el pasado 5 de enero con Luis Parra.
La junta directiva de la AN encabezada por Guaidó fue anulada definitivamente por el alto tribunal, que reconoció a Parra -un disidente de la oposición- como legítimo presidente de la institución legislativa.
En la nota, Pompeo aseguró que ese fallo, que calificó de 'farsa' y proveniente de 'una Corte Suprema ilegítima alineada con el exrégimen de Maduro', 'pretende entregar la Presidencia de la Asamblea Nacional a un diputado que recibió sobornos del régimen para orquestar un supuesta toma de posesión de la institución. Esto es terrible'.
El titular de Exteriores denunció que Maduro, las fuerzas de seguridad y el Tribunal Supremo han liderado 'un asalto sostenido' contra el Parlamento, y recordó que han emitido 'sentencias falsas contra docenas de parlamentarios, forzándoles al exilio', además de continuar con 'la detención arbitraria de presos políticos', entre los que nombró a Roberto Marrero, Gilber Caro, Tony Geara, Ismael León, Renzo Prieto y Juan Requesens.
En el último año y medio, Guaidó se ha presentado como jefe del Parlamento y como presidente encargado (interino) de Venezuela, reconocido así por más de 50 países en detrimento de Maduro, a quien numerosos mandatarios consideran 'ilegítimo' por no resultar elegido, según sus detractores, en unas elecciones 'democráticas y libres'.
La presidencia de la AN había sido la catapulta para que el líder opositor se ganara el reconocimiento de la comunidad internacional y tratado con honores de jefe de Estado por quienes lo defendían como tal, después de que se proclamara como presidente de Venezuela en enero de 2019.
Pero al perder, por orden judicial, su cargo al frente del Parlamento, el poder político de Guaidó queda en entredicho y a expensas del trato que, a partir de ahora, le den los mandatarios que hasta hoy lo apoyaban y que conforman una larga lista encabezada por Estados Unidos.