Cuatro de los diez países con más casos diarios de coronavirus en el planeta son actualmente latinoamericanos (Brasil, Perú, Chile y México), destacó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), que subrayó la necesidad de prestar especial apoyo a la región para frenar el avance global de la pandemia.
'Debemos centrarnos en apoyar a América del Sur y Central en su respuesta, ya que nadie en el mundo estará totalmente seguro hasta que todas las regiones lo estén', subrayó en rueda de prensa el director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan.
El experto resaltó el rápido crecimiento en otros países de la región como Argentina, Colombia o Bolivia, aunque 'los números no sean exponenciales', y mostró particular preocupación por la situación en Estados de la zona con débiles sistemas sanitarios, como Haití.
Ryan indicó que, mientras en otras zonas en desarrollo como África o el sur de Asia la situación es 'difícil pero relativamente estable', en Latinoamérica se está lejos de ello y a la emergencia sanitaria se añaden las complejidades sociales, como la situación de pobreza en la que vive buena parte de su población urbana.
'Necesitamos mostrar solidaridad a estos países, que esperemos puedan superar el coronavirus en un momento en el que debemos seguir unidos y no dejar a nadie atrás', subrayó.
Las estadísticas sanitarias nacionales muestran que Latinoamérica ha superado el millón de contagios, la sexta parte del total mundial, de los que medio millón se concentran en Brasil, el segundo país más afectado del mundo tras Estados Unidos.
La OMS también publicó hoy un informe sobre los efectos de la pandemia en la atención sanitaria a enfermedades no contagiosas en 155 países, que muestra resultados muy negativos.
En particular, el estudio revela que más de la mitad de los Estados han detenido parcial o completamente el tratamiento de la hipertensión y la diabetes, una situación casi tan grave en el caso del cáncer (42 % de los países) y las emergencias cardiovasculares (31 %).
Además, los servicios de rehabilitación han sufrido problemas en dos tercios de los países estudiados.