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Minutos después de caer el sol en Nueva York, comenzaban los primeros saqueos en la que supone la quinta jornada consecutiva de protestas en la ciudad por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco el pasado 25 de mayo.

A las 9 de la noche hora local, la enorme tienda de Microsoft de la lujosa Quinta Avenida estaba siendo saqueada por jóvenes manifestantes pese a los grandes tablones de madera colocados en las puertas del establecimiento para tratar de evitar un ataque, que fueron arrancados de cuajo.

Los primeros asaltos de las tiendas se producían pese a la importante presencia policial en la zona, con varios vehículos policiales a apenas dos manzanas de Microsoft.

Las fuerzas de seguridad, sin embargo, trataban de mantener el orden en la privilegiada zona de la Gran Manzana, donde se vieron a primera hora de la tarde multitudinarias manifestaciones pacíficas, que luego se tornaron violentas.

Tras presenciarse finalmente en la tienda de Microsoft, los policías arrestaron a uno de los asaltantes, pese que fueron decenas de personas las que entraron en la tienda para robar productos electrónicos, deteniendo a al menos dos personas más poco después en las inmediaciones.

No se libraron tampoco las tiendas de Nintendo, Michael Kors, Kate Spade o Barnes and Noble de la Quinta Avenida, mientras que la policía se enfrentó con jóvenes que irrumpieron en un establecimiento ubicado en el Rockefeller Center.

Las cuatro noches anteriores de protestas en Nueva York se han saldado con más de 700 detenidos y decenas de policías heridos, aunque fue la noche del domingo al lunes la que registró mayores destrozos, concentrados en el barrio del Soho, en el sur de Manhattan.

Como consecuencia, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, decretaron este lunes un toque de queda a partir de las 11 de la noche, además del despliegue de 8.000 policías, dolando los 4.000 de la jornada anterior.