Compartir:

Brasil registró en mayo pasado la mayor deflación desde agosto de 1998, atribuida a la crisis económica causada por la pandemia del coronavirus, que ha desincentivado el consumo en la mayor economía de Suramérica, informó este miércoles el Gobierno.

El índice de mayo fue de -0,38 %, el más bajo desde agosto de 1998 (-0,51 %) y la caída más pronunciada para el quinto mes del año desde 1980, cuando comenzó la serie histórica, de acuerdo con el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.

La tasa de mayo es inferior a la registrada en abril, cuando el nivel de los precios tuvo un resultado negativo de 0,31 %.

De esa forma, el índice acumulado en los primeros cinco meses del año fue de -0,16 %, aunque en los últimos 12 meses llegó al 1,88 %, por debajo de la meta establecida por el Gobierno brasileño antes de la pandemia, que es del 4 %, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales.

El indicador fue presionado principalmente por el abaratamiento de los alimentos, cuyo índice pasó del 1,79 % en abril al 0,24 % en mayo, y del transporte (-1,90 %), que se vio lastrado por la caída del precio del combustible (-4,56 %).

En el otro lado, el índice que más creció fue el de artículos de residencia (+0,58 %), impulsado por los artículos de televisión, sonido e informática.

Los economistas del mercado financiero, que ya revisaron sus proyecciones teniendo en cuenta el impacto del coronavirus, prevén que Brasil cerrará 2020 con una inflación del 1,53 %, la menor para un año desde 1998 (1,65 %), según la más reciente encuesta del Banco Central entre un centenar de analistas del mercado financiero.

La inflación en Brasil cayó gradualmente tras llegar al 10,67 % en 2015 (su mayor nivel desde 2002) y su descenso ha empujado al Banco Central a iniciar una bajada sostenida de la tasa oficial de intereses, situada hoy en mínimos históricos (3 %).

En las últimas semanas el emisor brasileño ha intensificado los recortes en los tipos para intentar reanimar la maltrecha economía, que venía recuperándose de la histórica recesión de 2015 y 2016 y ahora se ha visto golpeada por la crisis del coronavirus.

En el primer trimestre del año, la economía del país se contrajo un 1,4 % en comparación con los tres últimos meses de 2019 y un 0,1 % frente al mismo período de 2019, sin sentir aún plenamente el impacto de la crisis del nuevo coronavirus.

Según analistas consultados por el Banco Central, la economía brasileña entrará en recesión este año con una caída del 6,48 % del producto interno bruto (PIB), mientras que el Banco Mundial (BM) ubicó esa retracción en el 8,0 %.