China anunció hoy sanciones a once funcionarios estadounidenses por inmiscuirse en los asuntos de Hong Kong después de que Washington hubiese tomado medidas similares el pasado viernes contra otros tantos altos cargos de la ciudad autónoma china.
Las sanciones chinas entrarán en vigor este lunes y afectan, entre otros, a los destacados senadores republicanos Ted Cruz y Marco Rubio, indicó en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Zhao Lijian, quien exigió a Estados Unidos que 'deje de interferir en los asuntos internos de China'.
También son objeto de sanciones los senadores republicanos Josh Hawley (por Arkansas), Tom Cotton (por Missouri) y Pat Toomey (por Pennsylvania) y el representante en el Congreso Chris Smith.
Zhao añadió a la lista a Carl Gershman, presidente de la Fundación Nacional para la Democracia, organización creada para contribuir a la lucha contra el comunismo en la Guerra Fría; a Derek Mitchell, presidente del Instituto Democrático Nacional, y a Daniel Twining, presidente del Instituto Republicano Internacional.
Por último, China sanciona al director ejecutivo de la ONG Human Rights Watch, Kenneth Roth, quien tiene prohibida su entrada en Hong Kong desde enero de este año, y a Michael Abramowitz, presidente de la Casa de la Libertad.
En su intervención, el portavoz chino recordó las palabras del ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, quien a finales de julio había afirmado que el país respondería de manera 'firme' y 'racional' a las 'perentorias' actuaciones de Estados Unidos.
Poco después de aquellas declaraciones de Wang, el Departamento del Tesoro estadounidense sancionó el pasado día 7 de agosto a once altos cargos del Gobierno de Hong Kong, incluida Carrie Lam, la jefa del Ejecutivo.
El Departamento la señaló en una medida sin precedentes por 'implementar las políticas de Pekín de supresión de libertades y del proceso democrático', especialmente tras adoptar la ley de seguridad nacional impuesta por China, que permite reprimir las expresiones independentistas y contrarias al régimen comunista con penas que alcanzan la cadena perpetua en los casos más graves.
'China deplora la postura estadounidense acerca de Hong Kong. A saber, Hong Kong es una región china, sus asuntos son asuntos internos de China y ningún Gobierno extranjero puede intervenir en ellos', incidió Zhao al explicar el motivo de estas nuevas sanciones.
El portavoz reiteró que las interferencias estadounidenses en Hong Kong 'violan el Derecho Internacional y los principios que rigen las relaciones internacionales'.
'Instamos a EEUU a que corrija sus errores y a que abandone el camino erróneo que ha tomado', añadió.
Según el portavoz chino, 'las prácticas estadounidenses no tienen el respaldo de los ciudadanos chinos, incluyendo los residentes hongkoneses. No tienen miedo de sus sanciones. A los chinos no se les puede intimidar, y sus medidas son en vano', zanjó.
No es la primera vez que se produce un intercambio de sanciones: a mediados de julio, Pekín también tomó medidas de este tipo contra los senadores Cruz y Rubio, y otros altos funcionarios estadounidenses, al prohibirles la entrada al país después de que Washington hiciera lo propio con tres dirigentes del Partido Comunista de China (PCCh) por su supuesta implicación en los abusos contra los uigures en la región de Xinjiang.